Este jueves, la 4º sala de la Corte de Apelaciones de Santiago decidió acoger una "orden de no innovar" presentada la semana pasada por la defensa del sacerdote John O'Reilly, quien planea viajar al Vaticano para declarar en el juicio canónico que la Santa Sede abrió en su contra.

O'Reilly cumple cuatro años y un día de libertad vigilada, tras ser condenado en el año 2014 por delitos de abuso sexual.

En el requerimiento presentado por su defensa, el sacerdote de los Legionarios de Cristo reclamaba que, según antecedentes entregados por el propio Ministerio del Interior al tribunal, la revocación del permiso de residencia y la orden de abandono dictada en su contra por el gobierno "se encuentra ingresado al sistema computacional GPOL de la Policía de Investigaciones”.

En ese contexto, el abogado de o´Reilly señala en el escrito que ese hecho “hace imposible que mi representado pueda salir del país y posteriormente regresar a territorio nacional”. Esto, con miras a participar del juicio canónico abierto por El Vaticano.

La orden de no innovar fue presentada por O´Reilley en el marco de una disputa mayor con el Ejecutivo en tribunales: el sacerdote presentó un recurso de protección que busca dejar sin efecto el decreto de expulsión dictado por el Ministerio del Interior.

En ese contexto, al ver acogida la orden de no innovar, O´Reilly podría viajar al Vaticano y posteriormente volver a Chile, sin que -al ingresar a territorio nacional- la autoridad bloqueara entrada debido a la vigencia del decreto de expulsión. 

De todas maneras, antes de viajar, el sacerdote debe pedir permiso al tribunal que lo condenó, considerando que aún cumple una pena de libertad vigilada.

Con todo, la Corte de Apelaciones mantiene pendiente su decisión de fondo sobre la petición del sacerdote de declarar como irregular el decreto de expulsión, que lo obligaría a dejar Chile una vez cumplida la pena de libertad vigilada.

OReilly alista viaje al Vaticano mientras Corte Suprema define su expulsión de Chile

T13Domingo | Sacerdote condenado en 2014 por la justicia por abuso sexual iría a Roma a declarar en causa canónica que la Santa Sede aún sigue en su contra. Así lo hizo ver ante la Corte de Apelaciones, que debe resolver recurso del religioso para frenar su expulsión, dictada por el Ministerio del Interior.

"La conducta ejecutada por el extranjero —dice el decreto del gobierno, aludiendo a la condena por abuso sexual— vulnera los bienes jurídicos de la integridad, libertad e indemnidad sexual y la seguridad pública, lo que genera graves consecuencias sociales, que afectan los intereses colectivos resguardados por el Estado, y cuya realización atenta directamente contra el bienestar común y el orden social, no siendo útil ni ventajosa su residencia en el territorio nacional".

O'Reilly, que está citado a la ciudad del Vaticano para su juicio canónico, tiene que tramitar ahora un permiso judicial para poder asistir. En ese punto es que cobra relevancia la resolución de la Corte de Apelaciones.

Si O'Reilly salía del país con el decreto de expulsión en el sistema computacional GPOL de la Policía de Investigaciones, no hubiera tenido la posibilidad de volver.

"Reilly ya no tiene pasaporte chileno; su permiso de residencia ha sido revocado y, además, se ha decretado el abandono del territorio nacional, por lo que cualquier salida del país significaría la imposibilidad de absoluta para reingresar, ya que la sanción administrativa impugnada está ingresada a los sistemas de control migratorio”, se lee en el documento ingresado por el abogado Cristián Muga.

El sacerdote había recibido en 2009 la nacionalidad por gracia, como reconocimiento a su labor “apostólica y educativa”, de acuerdo a la definición del Congreso. Tras la sentencia de 2014, el mismo Parlamento aprobó una ley en marzo de 2015 -que entró en vigencia al mes siguiente- para revocar la nacionalidad por gracia. Así, el sacerdote quedó con el permiso de residencia definitiva, que había obtenido a fines de 1985.

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