AFP

La investigación judicial que pretende develar si el poeta chileno Pablo Neruda murió de cáncer o fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet se encuentra estancada debido a que el Estado tiene una deuda económica con laboratorios que realizaron exámenes a sus restos, informaron familiares del premio Nobel.

El Estado adeuda unos 11 mil millones de pesos a los laboratorios que efectuaron el análisis de los restos del premio Nobel de Literatura tras la exhumación de los mismos en 2013, lo cual ha "entorpecido" la continuidad de las investigaciones, según explicó Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda, en conversación con la prensa internacional este jueves.

Reyes explicó que aún resta un crucial examen que un laboratorio canadiense debe realizar a los terrenos donde se encuentran enterrados los restos de Neruda, en su casa de Isla Negra, balneario del litoral central chileno, pero el impago de la deuda evitó que se realice este estudio.

"Creemos que el Estado chileno va a cumplir su contrato (con los laboratorios), pero lo que falta es la voluntad política del gobierno. Los laboratorios extranjeros no podrían hacer ese informe si el Ministerio del Interior no se compromete con el pago", explicó Reyes.

En octubre pasado, y tras seis años desde que se inició la investigación judicial sobre la muerte de Neruda, un grupo de 16 expertos internacionales determinó que Neruda no murió de cáncer en una clínica de Santiago, como dice su certificado de defunción emitido pocos días después del golpe militar en 1973, aunque no se pudo confirmar si fue asesinado.

Los peritos encontraron en los restos del vate una nueva bacteria ajena al cáncer que padecía, que debe ser estudiada en el laboratorio canadiense y que dará mayores luces sobre las causas reales del deceso de Neruda.

El examen faltante consiste precisamente en recolectar muestras de la tierra que fue removida durante la exhumación de Neruda para ayudar a determinar si los restos se contagiaron con esta bacteria o por el contrario, como se piensa, fue inoculada cuando aún estaba vivo.

Neruda murió a los 69 años. Su salud se deterioró cuando iba a dejar el país luego del golpe del 11 de septiembre de 1973 para exiliarse en México, donde sería un prominente referente de la resistencia a la dictadura de Pinochet, pero su estado empeoró e ingresó en un hospital de Santiago, donde falleció pocos días después, el 23 de septiembre.

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