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Llegar a fin de mes con la cuenta en cero es algo mucho más común de lo que uno cree. 

Hay miles de casos donde los ingresos que se perciben no alcanzan para pagar las deudas y el dinero parece desaparecer sin que se recuerde cómo se gastó.

¿Cómo podemos ordenar nuestras finanzas? Según el abogado y fundador de Defensa Deudores, Ricardo Ibáñez, el endeudamiento no es algo necesariamente negativo, sin embargo, debe abordarse de manera responsable ya que con pequeños malos hábitos se puede convertir en todo un dolor de cabeza. 

Por esta razón, el especialista explica que para ordenar las cuentas se puede aplicar un "semáforo de las deudas", que permite conocer si nuestra billetera está con luz verde, amarilla o roja y así gestionar de mejor manera nuestro dinero para evitar situaciones de estrés y angustia. 

La idea es evitar a toda costa llegar a "luz roja", por lo mismo, a penas se vea que "la luz en amarillo avanza hacia el rojo", se recomienda buscar asesoría para enfrentar el problema de forma oportuna.

"Semáforo de las deudas" 

 Endeudamiento crítico (Luz roja): 

  • Estado de insolvencia que se mantiene en el tiempo: los ingresos no alcanzan para cubrir las deudas y se tienen compromisos financieros atrasados.  
  • Por la gran cantidad de deudas se recurren a la bicicleta financiera: créditos para cubrir otras deudas.  
  • Uso de todo el cupo de más de una tarjeta de crédito. Sólo se puede cubrir el pago del monto mínimo. 
  • Se mantienen pendientes cuotas de crédito de consumo y avance en efectivo. 
  • Se recurre a préstamos familiares y a terceros que puedan endeudarse por mí. 

Endeudamiento riesgoso (Luz amarilla): 

  • Más del 25% del ingreso destinado al pago de deudas ajenas al hipotecario o arriendo de una vivienda.  
  • Pago de gastos básicos con tarjeta de crédito. 
  • Uso de línea de crédito, porque no siempre alcanzan los ingresos para llegar a fin de mes.  
  • 0% de ahorro. 

 Endeudamiento saludable (Luz verde): 

  • Uso de crédito para bienes durables o inversiones, se suele tener un crédito hipotecario o automotriz.  
  • Se destina el 25% del ingreso al pago de deudas. 
  • Se destina 25% al pago ya sea de un hipotecario o de arriendo de la vivienda.   
  • No más del 40% del presupuesto para gastos, como cuentas de servicios básicos y compras en el supermercado.  
  • 10% destinado al ahorro. 

¿Qué es la liquidación voluntaria? 

Según Ricardo Ibáñez, si una persona sufre de una situación crítica de deudas, hoy en día existen leyes que pueden ayudar. Una de ellas es la Ley 20.720 (Ley de Quiebras).  

"Uno de los procedimientos que contempla la normativa es la Liquidación voluntaria, conocida popularmente como quiebra. En este caso, el deudor debe contar con la representación de un abogado y tendrá que entregar sus bienes al liquidador, persona nombrada por la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, para la gestión de este procedimiento. Con la venta de estos bienes se buscará pagar a los acreedores", explicó el especialista Ibáñez. 

Según él, lo importante es que someterse a la Liquidación implica poner fin a todas las deudas, porque con el dinero del remate de los bienes se pagará a los acreedores y si queda un saldo insoluto, aquella parte que no se logra pagar se considera también extinta. 

Además, se contempla la rehabilitación financiera del deudor, es decir, que una vez que logre someterse a la Liquidación pueda limpiar sus antecedentes comerciales y volver a reemprender. 

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