Entre 2011 y 2013 el consumo de inhalables como ciertos tipos de pegamento y aerosoles incrementó desde un 4 a un 5,2%.

La cifra fue calculada según el Décimo Estudio de Consumo de Droga y Alcohol realizado por el Servicio Nacional Para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas (Senda), que por medio de su directora, Lidia Amarales, advirtió a los padres de los efectos de estas sustancias.

“Las sustancias inhalables son muy adictivas y provocan daños permanentes en el sistema nervioso central, el corazón, hígado, pulmones y riñones", explicó.

Además, hizo un llamado a las familias a no perder cuidado de los jóvenes expuestos a este tipo de drogas: "A mayor preocupación de los padres menor es el nivel de consumo de los hijos", indicó.

Finalmente, Amarales señaló que hay que estar atentos con "las señales que nos envían, como es el caso de la hora de llegada, los olores de sus ropas, las manchas de pintura y pegamento, o la presencia de envases vacíos de aerosoles, trapos y ropa mojada con sustancias químicas. Estas señales por ningún motivo deben pasar inadvertidas, sobre todo si además detectamos pérdida de apetito, desorientación, nariz roja o llagas en torno a la boca”.

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