Joyas, secuestros, millonarios rescates, menores de edad, lujos, mansiones y más lujos. Esta es la historia del narcotraficante Marcelo Mella en Reportajes T13.

Se trata de un reconocido delincuente del sector norte de la capital, con amplio prontuario. Entre sus particularidades está que le gustaba jactarse en redes de sus autos, joyas y vínculos con cantantes urbanos.

Dos años de investigación, traducidos en varios allanamientos, entre ellos el realizado en el domicilio de aquel que fue identificado por compañeros de delito y por anónimos, como líder de "Los Mella", dejó al descubierto su forma de vida. 

Así era la lujosa propiedad donde vivía el narcotraficante Marcelo Mella: Está ubicada en Batuco

Por lo bajo, la propiedad en la que vivía Marcelo Mella, "El Mella", ubicada en un condominio de Batuco, tiene 300 metros cuadrados construidos.

En los allanamientos, se revisó dormitorio por dormitorio. Fueron encontrando sus preciadas joyas: Anillos de oro con incrustaciones de diamantes alrededor de una "M", cadenas, relojes de las marcas más exclusivas que se venden en el mundo, etc. 

Pero eso no es todo. La casa cuenta con un sauna, una piscina, quincho, y una sala de juegos con máquinas de videojuegos. Una mesa de pool, frigobar, barra y una no menor colección de vinos. Opulencia absoluta.

Marcelo Mella fue formalizado por tráfico de drogas y lavado de activos, se decretó su prisión preventiva y al mes, sus miedos se volvieron una realidad. Pero esa es otra historia. 

Traficaba droga con menores: Así operaba Marcelo Mella, el narco que pagó millonario rescate por su hijo

Dentro de las investigaciones de las fuerzas policiales a las que tuvo acceso Reportajes T13, hay imágenes que lo captan de polera y jockey blanco, rodeado por integrantes de su organización criminal, muchos de ellos aparentemente menores de edad. Este último no es sólo un detalle. 

Y es que es ahí donde basaría su forma de llevar su ilícito negocio.

La primera vez que fue perseguido por el sistema de justicia actual, fue precisamente por utilizar a niños para que movieran y comercializaran su droga en bicicletas en Recoleta.

De eso, ya han pasado cerca de dos décadas. Y de vender unos papelillos, pasó a presumir en sus redes sociales sus grandes celebraciones, dinero y joyas. No le tenía miedo a la exposición.

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