Estación Central, la estación Intermodal La Cisterna y el terminal de buses de Santiago son tres puntos de la región Metropolitana que el Gobierno de Gabriel Boric pretende incluir en el proyecto de Infraestructura Crítica para permitir la acción de las Fuerzas Armadas en las zonas urbanas. 

Este miércoles se conoció el acta del Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) que se desarrolló el pasado lunes en La Moneda, donde la ministra del Interior, Carolina Tohá, confirmó que estos son algunos de los puntos en los que pretenden tener protección militar.

En la instancia, la ministra Tohá planteó la necesidad de aumentar la capacidad de dar una respuesta rápida a los delitos, y por ello se piensa en personal militar para colaborar, en algunos sectores específicos, en el orden público. 

Tohá recalcó que este tipo de despliegue debe tener una línea de mando bien establecida, con funciones claras y con reglas de uso de la fuerza que definan cuándo se puede hacer uso de ésta, de qué manera, y cuándo no.

Además, enfatizó en que el gobierno no es partidario en restituir la competencia de la justicia militar en casos en que hay civiles involucrados, pero comparte que se deben validar y aplicar las normas del Código de Justicia Militar que regulan el uso de la fuerza y los deberes militares, normas que complementan el cumplimiento del deber y las demás disposiciones que regulan la responsabilidad penal.

Qué dicen las FF.AA. sobre actuar en Santiago

El comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, planteó en el Cosena  que ellos están preparados para la protección de infraestructura crítica porque lo hacen, por ejemplo, en sus propias instalaciones, pero aseguró que en tareas de orden público que signifique interactuar con la población, carecen de entrenamiento, educación o equipamiento adecuado.

Iturriaga enfatizó que están disponibles a colaborar si es que existe un proceso de transición para la acción del Ejército en zonas urbanas, siempre que haya claridad legal sobre deberes y roles, es decir, un marco jurídico robusto, que no promueva la impunidad, sino que la existencia de reglas claras y protección legal adecuada.

El comandante en jefe de la Armada, Juan Andrés de la Maza, compartió los dichos del Ejército, pero se abrió a colaborar al interior de perímetros que sean resguardados por las policías.

Además, planteó la necesidad de aumentar los recursos materiales y humanos, lo que fue secundado por el comandante en jefe del Ejército, quien solicitó potenciar el servicio militar y hacerlo más atractivo para los y las jóvenes, mostrándolo como una posibilidad de seguir una carrera profesional o técnica profesional.

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