Varias fiestas clandestinas fueron detectadas por personal policial durante este fin de semana, lo que preocupa a las autoridades por el peligro que significan estas actividades en plena pandemia.
Durante la tarde de este sábado, personal de Carabineros encontró en Quilicura, en la calle Ismael Briceño, un lugar de venta y consumo clandestino de bebidas alcohólicas, resultando siete personas detenidas en el lugar y se incautaron 64 botellas de cerveza.
Producto que Quilicura se encuentra en la etapa dos del “plan paso paso”, existe toque de queda durante el fin de semana, por lo que los detenidos serán imputados por no respetar el artículo 318 del Código Penal, al poner el peligro la salud pública durante el estado de emergencia sanitaria.
Una hora y media más tarde, cerca de las 17.30 horas, Carabineros de la la 6a. Comisaría Recoleta encontraron un local donde se estaba comercializando y bebiendo alcohol.
15 personas resultaron detenidas, 14 clientes y la dueña del local, por no respetar el artículo 318 del Código Penal, arriesgándose a multas de hasta 50 millones de pesos.
Finalmente, en la madrugada de este domingo, vecinos de Peñalolén dieron aviso a Carabineros por diversos asados que se estaban realizando en un condominio, los ruidos molestos y música a alto volumen.
El teniente José Castro de la prefectura oriente, señaló que se trataba de entre 80 y 90 personas en siete parrilladas distintas en el mismo conjunto de edificios.
Pese a que llegó personal de Control del Orden Público, Carabineros decidió no actuar ya que el perímetro de los edificios estaba cerrado por una reja. Sin embargo señalaron que realizan una denuncia ante la fiscalía de Peñalolén por no respetar las normas sanitarias y el toque de queda.