Ya queda poco para las fiestas patrias y una infaltable del 18 es la empanada de pino. Sin embargo, de acuerdo a un estudio del Centro de Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián, el costo promedio aumentó un 7% en los últimos meses.
Si antes, hacer una empanada de pino podía costar $913 pesos, ahora subió a $978 pesos. El estudio se basó en la receta tradicional chilena -que considera harina, sal, manteca, aceite vegetal, cebolla, ajo, posta rosada, aceitunas y huevos-, dejando fuera costos indirectos como gas, electricidad o tiempo de preparación. Los datos fueron extraídos desde Odepa en dos momentos, la primera semana de septiembre de 2024 y el mismo periodo, pero de 2025.
Mauricio Carrasco, investigador del centro, explicó que “si bien la inflación ha seguido un proceso de normalización y hoy se ubica en torno a 4% anual –frente al 4,7% de un año atrás–, todavía se mantiene por sobre la meta del 3% del Banco Central. Esto refleja que, aunque la presión inflacionaria se ha moderado, su efecto sigue presente en el día a día de las familias”.
Valparaíso tiene el costo más alto
Los resultados muestran una clara diferencia de precios de acuerdo al lugar de Chile. La región de Valparaíso tiene la empanada más cara del país y la que más subió. En 2024, preparar una costaba $919, mientras que este año alcanza los $1.019, lo que equivale a un aumento de 10,8%.
Luego se ubica la Región del Maule con un aumento del 8,1% y la Región Metropolitana con un 7,5%.
En cambio, Arica y Parinacota tuvo la menor variación con un alza de solo 2,8%. En esa región del país, hacer una empanada subió de $871 a $896, manteniendo además el costo más bajo a nivel nacional. Entre las regiones que tuvieron más aumento, se encuentran Biobío (+6,3%) y Ñuble (+6,4%).
Los ingredientes que aumentaron el costo
El detalle de producto muestra que la carne (13,7%) y el huevo (11,4%) fueron los ingredientes que más influyeron en el costo final de la empanada. En cambio, la cebolla (-15,1%) y el ajo (-10,5%) registraron caídas.
“Conectar la inflación con productos de consumo masivo, como la empanada, ayuda a comprender mejor cómo estas variaciones de precios impactan directamente en los hogares, especialmente, en estas fechas donde el gasto familiar crece. Así, más allá de la tradición, la empanada de pino se convierte en un termómetro que muestra cómo la inflación, aunque contenida en los promedios, sigue marcando diferencias en la mesa de los chilenos según la región en la que viven”, agregó Carrasco.