"Yo no estoy investigando a la Iglesia Católica, estoy investigando a ciertas personas que han cometido delitos", aseguró esta tarde el fiscal de Rancagua, Emiliano Arias, tras encabezar una serie de diligencias y allanamientos en el tribunal eclesiástico y en la diócesis de la capital de la Región de O'Higgins.

Arias, que evitó entregar mayores detalles de la investigación que lleva a cabo, sí indicó que se trata de delitos sexuales contra menores de edad.

"Es histórico el proceso que estamos viviendo, espero que surja de esto algo bueno, estamos haciendo una investigación hace meses bastante compleja. Yo no estoy investigando a la Iglesia Católica, estoy investigando a ciertas personas que han cometido delitos, pero no es una investigación a la Iglesia Católica", explicó el persecutor.

El fiscal agregó que "se trata de delitos cometidos contra menores de edad, delitos sexuales cometidos contra menores de edad".

Además puntualizó que la investigación se centra tanto en quienes cometieron los delitos como contra "cómplices y encubridores", señalando que para allanar los lugares tuvo que solicitar una autorización de tribunales, tras lo cual tuvo "toda la colaboración" de la Iglesia.

En tanto, al ser consultado sobre la reunión que sostendrá el enviado del Papa Francisco, Charles Scicluna, con el Fiscal Nacional, Jorge Abbott, esta tarde, Arias indicó que "voy a verificar de qué se trata, me voy a reunir para ver cual va a ser la petición que le vamos a hacer a la Santa Sede".

Iglesia asegura haber colaborado con diligencia

Por su parte, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati indicó que "el arzobipsado entregó al fiscal toda la documentación solicitada, reiterando la disponibilidad de colaborar con la justicia civil en todo lo que sea requerido".

En tanto, el vicario judicial de la Arquidiócesis de Santiago, Jaime Ortíz, explicó que la diligencia se concentró en un caso específico que fue investigado en enero por la justicia eclesiástica y derivado a Roma a fines de ese mismo mes, evitando entregar mayores detalles a solicitud del Ministerio Público.

"Es algo que se hizo en enero, recibimos la denuncia y antes de fines de enero se envió a Roma como está establecido por la Congregación de la Doctrina de la fe. Como iglesia no tenemos problemas de decir datos, pero el fiscal ha pedido que se mantenga la confidencialidad sobre el acusado", puntualizó el vicario.

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