El caso del funcionario con Trastorno de Espectro Autista (TEA) que fue víctima de torturas dentro del Hospital de Osorno ha generado múltiples repercusiones luego de conocerse en detalle el carácter de los vejámenes que ejercieron cuatro funcionarios del recinto. Este jueves, se reveló un factor no menor: el millonario sueldo que recibían los presuntos responsables.

La situación se remonta a los años 2018 y 2020, periodo en el que la víctima fue sometida a graves vejámenes por parte de cuatro compañeros de trabajo. En esos videos se aprecia cómo lo obligaban a desnudarse, lo rapaban a la fuerza, lo quemaban con una plancha a vapor y, en una ocasión, llegaron a envolverle la cabeza con plástico asegurado con cinta de embalaje, mientras se reían de él.

Aunque en su momento se presentó una denuncia y se abrió un sumario administrativo, hasta hace pocos días ninguno de los involucrados había recibido sanción alguna. Eso cambió este jueves, cuando el Ministerio de Salud anunció la destitución de los cuatro funcionarios. Al mismo tiempo, la cartera indicó que los antecedentes del caso y del sumario fueron entregados al Instituto Nacional de Derechos Humanos para eventuales acciones legales.

Torturadores de funcionario autista recibieron millonarios sueldos hasta julio: uno de ellos envió correo a la víctima

Una de las cosas que más impactó este jueves, fue que uno de los torturadores le escribió a la víctima para pedirle que enviara un escrito donde minimizara las torturas. Pero no solo esto impactó, sino que también la revelación de que los responsables continuaron percibiendo sus remuneraciones completas hasta julio del 2025. 

Según antecedentes internos del hospital, tres de ellos recibieron sueldos que superaban los $1.800.000 brutos. En uno de los casos, el monto mensual llegó a sobrepasar los $2.300.000 por labores administrativas.

Bio Bio Chile consignó que tres de los acusados obtuvieron su salario íntegro hasta julio de este año, pese a que estaban suspendidos.

En cuanto al cuarto funcionario involucrado, el medio no logró acceder a información sobre su cargo ni su remuneración. Sin embargo, se constató que en octubre de 2021 la víctima lo denunció por “lesiones menos graves”. Esto se debió a que en mayo de 2020, durante la jornada laboral, el acusado le quebró un dedo en medio de nuevas agresiones. Un episodio de características similares se repitió a fines de junio del mismo año.

A lo anterior se suma que dicho trabajador también registra una denuncia previa por amenazas contra una funcionaria del hospital, quien en ese momento era su pareja.

Publicidad