Ante la esperanza de encontrar a los trabajadores vivos dentro de un refugio, el jefe de la Zona de Catástrofe, general Fernando San Cristóbal declaró que "lamentamos profundamente que éste sea el desenlace. Nos hubiese gustado estar en otras condiciones, pero hay que enfrentar la realidad. No es posible encontrar con vida a Jorge Sánchez y a Enrique Ojeda". 

San Cristóbal, quien lideraba los trabajos de búsqueda de los dos mineros que quedaron encerrados al interior de un yacimiento en Chile Chico debido a una inundación el pasado viernes 9 de junio, agregó que los trabajos continuarán “en los frentes que sean necesarios, hasta que agotemos todos los recursos”.

"Que no quepa duda de eso. Para la tranquilidad de la familia, de los sindicatos y de la opinión pública, no hemos escatimado, ni escatimaremos, en recursos ni en técnicas científicas, tanto desde el punto de vista minero como hidráulico", afirmó.

Durante el día de hoy se llevó a cabo una misa dirigida por el obispo de Aysén Luis Infanti, donde se bendijo piedras pertenecientes a la mina que posteriormente fueron entregadas a los asistentes. 

"Es importante que sus familias vivan el duelo, que procesen este momento que es tan íntimo y personal. Esta liturgia es un espacio que esperamos permita dar paz a la familia, a la comunidad y a los mineros de Chile Chico", afirmó el general San Cristóbal.

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