Jorge Luchsinger, hijo del matrimonio Luchsinger Mackay, lamentó la decisión de la Corte de Apelaciones de Temuco de otorgarle la libertad condicional al machi Celestino Córdova, el único condenado por el incendio con resultado de muerte de Werner Luchsinger y Vivianne Mackay en un fundo en Vilcún, región de La Araucanía, en 2013.

“Es difícil, hemos pasado diez años viviendo esta fecha con preocupación (...) Esta situación es lamentable para nosotros, pero mucho más lamentable para la comunidad de la región”, aseguró el hijo de las víctimas.

Celestino Cordova fue condenado en 2014 a cumplir la pena de 18 años de cárcel, pero se le otorgó el beneficio de libertad condicional luego de diez años en prisión, por considerar que cumplía con todos los requisitos legales para aquello.

El machi salió en libertad la tarde noche del miércoles, en la víspera de que se cumplan once años del atentado en Vilcún que le quitó la vida al matrimonio Luchsinger Mackay.

“Lamentablemente no sé si es a propósito o se hace que coincida. Que un asesino esté saliendo, no habiendo cumplido la condena de 18 años a la que estaba condenado, que pueda estar en su casa, mientras los familiares y conocidos de mis padres estén viviendo la impotencia e impunidad que significa esto”, lamentó Jorge Luchsinger.

El gobierno recurrió a la Corte Suprema para intentar revertir la decisión, y el hijo de las víctimas aseguró que harían lo mismo. 

“Vamos a ejercer las acciones legales que correspondan. Esperamos que la Corte Suprema revierta la decisión de la Corte de Apelaciones. Si uno aceptó un juicio, que se condenara a 18 años, es lo único que uno espera que se cumpla”, planteó. 

Celestino Córdova, único condenado por el Caso Luchsinger Mackay

Celestino Córdova está recluido en el Centro de Estudios y Trabajo (CET) de Vilcún y ya había accedido al beneficio de salida dominical en 2022. 

Córdova fue condenado en febrero de 2014 como único responsable del incendio con resultado de muerte en la casa del matrimonio de Werner Luchsinger y Vivianne Mackay, ocurrido el 4 de enero de 2013. 

Pese a que los abogados de la familia de la víctima habían solicitado cadena perpetua contra Celestino Córdova, el Tribunal Oral en lo Penal de Temuco decretó 18 años de prisión para el machi. 

Su caso fue polémico y desde el momento mismo de su arresto, a menos de dos kilómetros del lugar, generó protestas por parte de comunidades mapuche. 

Durante su estadía en la cárcel, Celestino Córdova realizó distintas huelgas de hambre como modo de protesta contra el juicio que lo condenó y para, por ejemplo, poder visitar su rewe. 

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