Una mujer imputada por el homicidio de Leslie Vergara, mujer que falleció en febrero de 2022 tras someterse a un procedimiento en una clínica estética clandestina en Las Condes, reveló que "aprendió" de medicina comprando libros en el Hospital del Salvador.

Se trata de una de las tres personas imputadas en el caso. En específico, es una mujer de 77 años, quien declaró voluntariamente este lunes ante el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago.

Ella y sus dos hijos son acusados de falsificar el título de médico cirujano y de ejercer ilegalmente la profesión. En el proceso investigativo, el fiscal Juan Pablo Araya exhibió dos diplomas falsos con el título de médica cirujana, de los cuales uno era de la Universidad de Tarapacá y otro de la Universidad de la Frontera.

"Yo tenía esos títulos guardados en un cajón. Nunca los colgué ni exhibí, no se los mostré a nadie, porque todo el mundo sabía que yo no era médico. Lo guardé de recuerdo", señaló la imputada.

Ante ello, y según recogió LUN, la mujer manifestó que los tenía porque su intención era aprender "y la única posibilidad que tenía era hacerlo con el certificado falso, porque no tenía títulos legales".

"Me gustaba tanto la medicina estética y hermosear las caras... Nunca cobré grandes cantidades tampoco. Cada jeringa la cobraba a $10 mil, a veces la gente se ponía dos o tres y venían por retoques", dijo ante los jueces Camilo Hidd Vidal, Patricia Cabrera Godoy y Andrea Iligaray Llanos.

Siguiendo esa línea, la imputada dijo que utilizó productos de buena calidad, los cuales, según ella, "venían de Estados Unidos o Venezuela, eran recomendados por los laboratorios que llegaban donde nosotros estábamos haciendo los cursos, porque no solamente estaba yo, había muchos médicos y dentistas inscritos en la Superintendencia de Salud que iban a realizar los cursos en toxina butolínica, ácido hialurónico y tensores. No recuerdo las marcas".

De acuerdo a lo señalado por la imputada, ella solo cuenta con estudios de enseñanza media y unos cursos de quiropraxia y masajes en la escuela de Dermirk, en Providencia, Región Metropolitana.

En ese sentido, el fiscal Juan Pablo Araya le consultó si contaba con estudios de algún tipo de profesión de salud, ante lo cual ella señaló que "estudié todo eso, pero de forma autodidacta".

"Compraba libros de medicina en el Hospital del Salvador. Algunos venían en inglés. Nunca fui a la universidad", afirmó.

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