La madre de Ruth, una niña con parálisis cerebral que se alimenta a través de una sonda y cuya condición neurológica ha empeorado, enfrenta una batalla desesperada para que su hija continúe con la hospitalización domiciliaria. Pese a las recomendaciones médicas, la Isapre Cruz Blanca ha cuestionado el uso de la vía aérea de Ruth y exige un examen adicional para determinar si realmente lo necesita, antes de aprobar la continuidad de su tratamiento en casa.

Isapre exige examen que podría poner en peligro su salud

El principal obstáculo en esta situación es que la doctora de Ruth ha advertido que el examen requerido por la Isapre podría tener consecuencias graves para su salud. Sin embargo, la Isapre ha dejado claro que sin la realización de este procedimiento, no se podrá continuar con la hospitalización domiciliaria, un derecho que Ruth necesita urgentemente para mejorar su calidad de vida.

Ruth Ortega, madre de la niña, expresó su desesperación al señalar que aunque claramente desean la mejora de la pequeña, quitarle la hospitalización domiciliaria lograría el efecto contrario: "Nosotros sí queremos que Ruth avance, que deje el ventilador y, algún día, podamos decir 'muchas gracias por la hospitalización, pero ya no la necesitamos'. Queremos llegar a ese punto, que Ruth progrese, pero no es la forma. Actualmente estamos peleando por esto porque Ruth todavía lo necesita", explicó.

 

Cruz Blanca, a través de un comunicado oficial, aseguró que más de 80 pacientes están recibiendo atención bajo la modalidad de hospitalización domiciliaria y que no han realizado cambios en los requisitos para su otorgamiento. Sin embargo, el caso de Ruth no es único. Al menos diez familias han reportado dificultades similares para acceder o continuar con este servicio esencial.

Estas familias se ven obligadas a dejar sus trabajos y asumir enormes sacrificios económicos, mientras se enfrentan a la ardua tarea de atender a sus hijos con enfermedades graves, sin contar con la preparación adecuada para hacerlo. 

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