El 2 de octubre de 2013, una pareja de chilenos habría colocado un artefacto explosivo en la Basílica del Pilar de Zaragoza en España. Francisco Javier Solar Domínguez y Mónica Andrea Caballero Sepúlveda, ambos de nacionalidad chilena pero con residencia en Barcelona, son acusados por el fiscal a cargo de la investigación de haber conspirado para colocar el artefacto explosivo y por pertenecer a una organización terrorista.

Según consiga EFE, la Audiencia Nacional española juzgará el próximo martes 15 de marzo a la pareja de chilenos y la fiscalía pide 44 años de cárcel para cada uno de los implicados. 

El escrito de la acusación señala que ambos formaban parte del Comando Insurreccionalista Mateo Morral, el que estaba integrado al mismo tiempo en los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), organización creada para organizar a los grupos anarquistas que se encontraban aislados.

El fiscal del caso afirmó que el 2 de octubre de 2013, los dos chilenos viajaron desde Barcelona hasta Zaragoza, lugar donde fue dejado el objeto que con su reloj activador, detonó cerca de las 13.45 horas con un radio de acción de 26 metros, lo que causó heridas en el oído de una mujer. 

Pero a esa hora, se encontraba en el templo un grupo de cerca de 100 turistas norteamericanos y algunos trabajadores, quienes resultaron ilesos de la explosión. 

El fiscal español señaló que los acusados buscaban "la desestabilización y el colapso del sistema", como también "la revuelta y la subversión de lo establecido" y "construir la anarquía", explicó EFE.

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