Miguel Cortés Oroz, un niño de 11 años, fue diagnosticado hace siete años con Distrofia Muscular de Duchenne (DMD), una enfermedad degenerativa que afecta su movilidad. Ahora, tras superar todos los exámenes médicos, Miguel ha sido aprobado para recibir un tratamiento inédito en Estados Unidos, el cual podría cambiar su vida. Sin embargo, la familia enfrenta un desafío enorme: solo han logrado reunir el 14% del dinero necesario para costear el tratamiento, que asciende a 3.500 millones de pesos chilenos.

Miguel, quien sueña con ser futbolista, necesita urgentemente la terapia para evitar que su condición empeore. El niño se ha realizado varios exámenes, entre ellos una extracción de sangre y un examen de saliva, y los resultados han sido positivos, confirmando su elegibilidad para el tratamiento en el extranjero.

"Tuve mis exámenes y todo salió muy bien. Me sacaron sangre y ayer fue un examen de saliva", comenta Miguel con esperanza.

A pesar de los avances médicos, la familia Cortés Oroz no cuenta con los recursos suficientes para financiar la intervención. "Pasó de ser un sueño a una proyección, y ahora es una realidad. Solo nos queda juntar el dinero. Para nosotros, esto es algo que, aunque cueste tres mil, cuatro mil o cinco mil millones de pesos, como familia vamos a luchar por él", señala Miguel Cortés, padre del pequeño.

La lucha de Miguel y su familia contra el Duchenne

La familia ha reactivado una campaña de recaudación de fondos en Chile, buscando apoyo para reunir el monto restante. En estos momentos, la situación se ha convertido en una verdadera carrera contra el tiempo, ya que si Miguel deja de caminar antes de recibir el tratamiento, no hay garantías de que la terapia funcione.

El padre de Miguel destaca que la familia ya debería contar con todo el dinero, pero ahora se encuentran en una fase crucial. "Estamos avanzando con las cotizaciones y presupuestos de los laboratorios, pero en uno o dos meses nos van a decir 'Ya estamos listos, tienen que pagar'. Ese será el momento crítico, cuando necesitamos tener el dinero", afirma el padre con urgencia.

El cuerpo de Miguel se debilita cada día más. Una caída, que para cualquier niño sería algo común, puede convertirse en una tragedia debido a la falta de fuerza en sus músculos. En el último tiempo, Miguel ha sufrido varias fracturas debido a su incapacidad para resistir al caer.

"Cuando Miguel se cae, ya no tiene la fuerza para apoyarse con los brazos, por lo que aterriza con su pera", relata su padre con preocupación.

Además, Miguel debe usar coronas especiales en su mandíbula para ayudar a regenerarla, un tratamiento que debe seguir durante los próximos 10 meses.

La familia de Miguel hace un llamado a la solidaridad para poder cubrir los costos de la terapia y evitar que el tiempo siga pasando en su contra. Cada día cuenta, y la comunidad se une para dar a Miguel una oportunidad de continuar persiguiendo sus sueños.

Para más información la familia ha reactivado sus redes sociales y webs de donación por lo que puedes revisar AQUI su perfil de Instagram que contiene toda la información para aportar. 

 

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