Una madre hizo viral en las últimas horas una dolorosa y angustiante situación que afecta a su familia, "una pesadilla" que comenzó hace casi una semana, según describe en su cuenta de Instagram.

Su hija de 10 años, Antonella, sufrió el brutal ataque de dos perros de raza —dogo argentino y mastín napolitano, según el relato de su mamá—, resultando con gravísimas heridas que ya han obligado a la pequeña a pasar por tres cirugías en una clínica de Santiago, permaneciendo en coma inducido.

Sin embargo, el drama de esta familia recién comienza. Pues junto al desconsuelo de tener a su hija internada, se suma la búsqueda de justicia por parte de una madre y un padre que exigen que el responsable de esta tragedia se haga cargo.

"La Anto es la regalona. Es la primera hija, la primera nieta, es la primera todo. De todos en la familia, ella siempre ha sido los ojos", la describe su mamá, María Fernanda Lagos, contactada por T13.cl.

La madre, quien contó que tienen un segundo hijo con un severo grado de autismo (TEA Nivel 3), relató cómo ocurrieron los lamentables hechos. Ellos son de Los Andes, región de Valparaíso, y la semana pasada, el sábado, ella y su hija vinieron a un mall de Santiago a realizar compras de Navidad.

El padre de María Fernanda y abuelo de Antonella, la menor atacada por los perros, la contactó porque necesitaba unos medicamentos. "Yo no tengo mucho contacto con él la verdad, pero sí por mi hija lo he tenido. Problemas con él tampoco los tengo", reconoce la mujer.

El hombre, de unos 60 años, vive en Calera de Tango y cuando llegaron a su casa la niña se entusiasmó con la idea de pasar la noche ahí, junto a su abuelo materno y la pareja de él. María Fernanda cuenta que se trata de una parcela con piscina donde además ella se crio, por lo que su hija duerme en la que era su habitación.

Además, la pareja de su padre es de toda su confianza. De hecho, reconoce la madre afectada, si no fuera por ella, no habría dejado a su hija sola con su abuelo

Pero tras quedarse una noche, la pequeña Antonella le pidió a su mamá quedarse otro día, argumentando lo bien que lo estaba pasando. Mª Fernanda accedió, pero el lunes las cosas cambiaron drásticamente y comenzó una verdadera pesadilla.

130 mordeduras sólo en los brazos: el brutal ataque de perros que sufrió Antonella

Mientras iba a buscar a su hija, su papá, el abuelo de Antonella, la llamó tres veces, pero la mujer no le contestó, pensando que era para recordarle lo de las pastillas. Ella prefería ir a buscar a su hija y después salir a comprarlas.

"Le contesto a la tercera llamada y él me dice: 'Vente a la casa, que a la Anto la mordió un perro'. Así súper calmado", recuerda la mujer.

Reconoce que, aunque aceleró su marcha, no pensó que la situación era tan grave. "Llegué a la casa saltando en el auto, con el riesgo de chocar y todo, volando. Llego a la casa de mi papá y la Anto estaba moribunda. La Antonella la tenía apoyada en una mesa de fierro, donde el fierro llegaba con su cabecita directo a su masita encefalocraneana. Desbordaba grasa por todo su cuerpo y la Antito lo único que me alcanzó a decir fue: 'Mamá, no te preocupes'. Y se desvaneció", relató María Fernanda a T13.cl.

"Después, cuando se estaba viniendo a la urgencia, me dijo: 'Mamita, te amo'. Y seguro que ella se dio cuenta que no debía nunca haberse quedado", continuó.

La mamá de la niña se vio sorprendida con la actitud de su padre. Aunque su versión terminaría por descolocarla aún más.

"Él no tenía ninguna mancha de sangre en su ropa, nada. O sea él estaba bien. Para la gravedad, no lo vi tan afectado", contó.

"Me dice en tres minutos, fueron tres minutos. Yo entré y salí, a la niña le di jugo de naranja. Yo salí y la Anto quedó así", fue la explicación del abuelo, según el testimonio de la mamá de la niña. Ella reconoce que, sin ser médico, "no sabía, no quise culparlo altiro".

"Llegué a la clínica súper mal y el médico me dijo: 'María Fernanda, tu hija sufrió al menos una hora. Tu hija estuvo descuidada una hora. Tu hija tiene que haber pedido ayuda. Tu hija está grave. Es la niña que tengo con más gravedad en este momento en la UCI. Vas a tener que demandar o vamos a demandar como clínica'", asegura que le dijeron una vez que llegó con su hija al centro asistencial. 

De hecho, contó a T13.cl, el profesional de la salud que atendió a Antonella le reconoció no tener recuerdos de un ataque así y que la víctima resultara con vida. Con estos antecedentes la mamá, en conjunto con su esposo, se decidieron por demandar, con un informe de la clínica como respaldo y un proceso actualmente en Fiscalía.

La denuncia contra su propio padre, el abuelo de la menor

Es aquí donde empieza la otra lucha de María Fernanda, apuntando contra su propio padre, el abuelo de su hija. Asegura que el hombre al segundo día de ocurrida la tragedia comenzó a buscar abogados. Hoy ya cuenta con tres defensores.

"Le pregunto si se haría responsable porque esto tiene para largo. Mi hija ya tiene tres cirugías con esto, 130 mordeduras sólo en los brazos, desprendimiento del cuerpo cabelludo, parte de la masa encefalocraneana. Están pensando en hacerle injerto en la cabeza, en su pierna arranco tendón. Está su cuerpito destrozado", aseguró Mª Fernanda.

"Él no se está haciendo cargo de nada. Él trata de hacer ver que es un accidente, para lavarse las manos", reconoció la mamá de la niña.

La angustiada madre adelanta que su hija necesitará kinesioterapia, traumatólogos, cirugías, cirugías plásticas. "La Anto va a salir con un trauma terrible. La Anto se despierta con fentanilo. Está con fentanilo en una camilla, se quiere levantar y arrancar", afirmó.

Sobre la demanda contra su padre, reconoce que "yo no quería nada. Pero él veo que no quiere ayudar en nada a su nieta. No quiere ni arrendarle un techo para que ella cuando salga de la clínica tenga donde llegar. Los Andes no le sirve ahora a mi hija porque ella va a tener que viajar acá a la clínica todo el tiempo a hacerse tratamiento. Entonces necesitamos algo acá en Santiago".

La mujer incluso considera que su padre pudo haber manipulado las cámaras de seguridad de la vivienda, para que no haya registro de cómo ocurrieron los hechos. 

Acerca de los perros, en tanto, la mujer asegura que su padre, el abuelo de Antonella, le dijo que eran cachorros e indefensos.

"Ese perro indefenso estuvo a un minuto de matar a mi hija. Si mi hija estuviera muerta, yo estoy quemándolo todo", expresó.

Una tragedia que además acarrea un quiebre familiar; pues de sus tres hermanos, una hermana y un hermano la apoyan. El otro, en tanto, trabaja junto al padre —abuelo de la menor— e incluso amenazaron a María Fernanda si es que ésta hacía la denuncia, de acuerdo con el propio relato entregado por ella.

Publicidad