Los 73 mineros de carbón, que este lunes cumplieron 13 días de huelga bajo tierra en la mina Santa Ana de Curanilahue, radicalizaron sus protestas y cerraron los accesos al interior del pique con estructuras de madera.

Los trabajadores -que llegan a 174 en la empresa- reclaman por el pago de sus sueldos, que no reciben hace dos meses, además de las imposiciones que no les llegan hace casi un año.

El grupo de manifestantes se encuentra a ubnos 700 metros bajo tierra y, según informó el gobierno regional de Biobío, el Sernageomin supervisará la ventilación mecánica del pique para evitar daños, así como funcionarios del Hospital de Curanilahue velarán por la salud de los mineros.

"Lo que más nos importa ahora es la integridad de las personas", manifestó el intendente Rodrigo Díaz, quien aseguró que brindarán ayuda jurídica para "perseguir a los verdaderamente culpables que son los dueños de la mina".

 

 

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