El caso del cuerpo encontrado al interior de una maleta en plena vía pública en la comuna de Ñuñoa, región Metropolitana, tuvo un vuelco radical en las últimas horas.

Cuando se informó acerca del hallazgo, el pasado lunes, primero se apuntó a un hombre en un triciclo como imagen clave en el caso. Sin embargo, ya este miércoles se sabe que fue una mujer, que no es religiosa según afirmó el Arzobispado de Santiago, quien dejó la maleta en ese lugar.

Según trascendió, la seudo-religiosa tenía un pacto con la víctima para cuidarse mutuamente. Cuando esta última falleció, en abril del año pasado, su compañera se dirigió a su casa, puso el cuerpo en una maleta y se lo llevó a su domicilio, en calle Los Jardines.

Eso hasta que hace unas tres semanas, una de las hijas de la mujer regresó a vivir con ella. Y ante el temor de que encontrara la maleta, optó por dejarla en la vía pública para que fuera encontrada.

¿A qué se expone la "monja" de Ñuñoa?

Descartado el homicidio, por ahora, la Fiscalía maneja distintas aristas en torno a este caso.

No se configuraría la inhumación ilegal preliminarmente por el trabajo de la BH (Brigada de Homicidios), en el sentido que no hay signos de entierro en ninguno de los dos domicilios”, explicó Francisco Lanas, de la Fiscalía Oriente.

Sin embargo, siendo aún materia de investigación, “la inhumación ilegal tiene una pena que va de 61 días a 540 días, o sea es una pena baja, estableciéndose una persona de 80 años, con una pena baja, una persona que no tiene antecedentes y todas estas circunstancias que le he contado nos da cuenta que es una persona que no se va a dar a la fuga y no se va a sustraer el procedimiento”, agregó.

Dentro de las diligencias, todavía queda esperar el análisis del Servicio Médico Legal (SML) para confirmar la enfermedad, un cáncer, que habría provocado el fallecimiento de la víctima.

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