Verónica Zabala se sometió a una abdominoplastía con lipoescultura el 16 de octubre de 2018 en la Clínica Acuario de Providencia, mismo establecimiento donde falleció una joven de 20 años tras operarse.  

La seremi de Salud decretó la prohibición de funcionamiento de la clínica estética tras constatar que mantenía algunas deficiencias de infraestructura y equipamiento. 

En conversación con Bienvenidos, Zabala señaló que "ahora tengo más dolor (...) El doctor dijo en todo momento que me iba a responder porque había quedado mal operada, él estaba al tanto de que yo quedé mal operada".

"Me dijeron que iba a sentir mucho dolor, que era normal el dolor (...) El doctor me dio un antibiótico que él se equivocó al darme ese antibiótico porque era de mil miligramos y me lo dio tres veces al día y eso me provocaba, como que me desvanecía", contó.

Sobre el postoperatorio, la mujer explicó que "la clínica me entregaba diez drenajes que eran sin pago. Con los diez drenajes yo estaba igual de mal (...) Me hicieron 23 drenajes porque los otros días me los regalaron porque realmente me sentía mal porque la faja que me habían entregado en la clínica no era la indicada, era más chica".

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"Desperté con mucho dolor pero dijeron que era normal"

Zabala contó que tras la primera visita a la clínica le mandaron por WhatsApp "los exámenes que yo me tenía que realizar. Llegué al laboratorio y me dijeron que no podían realizarme los exámenes si yo no tenía la orden física (...) Era la foto del examen". 

Tras eso, el doctor "revisó los exámenes y yo tenía alterado el colesterol. Me dijo 'te voy a dar una pastillas y puedes operarte igual' (...) Estuve en pabellón ocho horas". 

"Entré a pabellón un cuarto para las 12 y a las nueve de la noche como que había vuelto, me lograron ver mis familiares. Los dejaron cinco minutos y ellos se tuvieron que retirar". 

"Cuando desperté, desperté con mucho dolor pero me dijeron que era normal. Me sentía como asfixiada. Me habían puesto una faja que encontraba que me quedaba demasiado apretada y reclamé, la enfermera me dice 'es porque estás recién operada, es normal'. Yo me quedo con eso", contó. 

Al día siguiente fue dada de alta por decisión de la clínica. "Le dije al doctor que no me iba a ir de alta ese día porque no me sentía como bien para irme y me dijo que me iba a dejar hasta el otro día (...) Me dio de alta una enfermera o paramédico". 

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