AFP

Un panel de peritos internacionales elaborará en octubre un "informe pericial integrado" basado en las últimas pruebas realizadas a los restos del poeta Pablo Neruda, cuya muerte en 1973 es aún investigada por la justicia, informó hoy la familia del escritor.

Los restos de Neruda, fallecido en una clínica de Santiago a pocos días del golpe de Estado, han sido objeto en los últimos cinco años de múltiples pericias que buscan determinar si el Premio Nobel de Literatura de 1971 murió a causa de un cáncer de próstata o fue asesinado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

El panel reunirá en Santiago a mediados de octubre a expertos de Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, España y Chile, y entregará sus conclusiones al juez Mario Carroza, encargado de la causa. 

"Estamos llegando a una etapa de cierre desde el punto de vista del panel genético, de genética forense. Si ello, sumado al resto de la evidencia, al ministro (juez) le parece que compone una evidencia sustentable para hacer el cierre del caso, así va a hacer", dijo Gloria Ramírez, una de las peritos forenses, en rueda de prensa con corresponsales extranjeros.

La versión del asesinato de Neruda tomó fuerza en 2011, cuando se conocieron declaraciones de su ex chofer y asistente personal Manuel Araya, quien afirmó que el poeta se agravó después de que le dieran una inyección en el abdomen. La denuncia abrió una investigación que llevó a Carroza a ordenar en abril de 2013 la exhumación del cuerpo del escritor.

"No me cabe duda que hubo intervención de terceros (en su muerte), porque el proceso me lo demuestra", dijo Rodolfo Reyes Muñoz, abogado y sobrino del poeta.

Las primeras pericias, en noviembre de 2013, concluyeron que debido al paso de los años no se podía establecer la presencia de algún veneno en su cuerpo. Sin embargo, el magistrado decidió seguir adelante y ampliar los peritajes.

En una nueva exhumación, se encontró un "estafilococo dorado" en los restos del escritor, una bacteria altamente infecciosa que puede ser letal. Pero aún no hay pruebas contundentes de que ésta haya sido la causa de su muerte, el 23 de septiembre de 1973.

La versión del asesinato se nutre además por testimonios que afirman que el poeta se encontraba bien antes de ser inyectado en la clínica. De hecho, un avión proporcionado por el gobierno mexicano lo esperaba para trasladarlo a ese país e iniciar desde allí la oposición al régimen de Pinochet.

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