El Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet) presentó, este miércoles, un recurso de protección contra el Instituto de Salud Pública (ISP) en la Corte de Apelaciones de Santiago, por haber decidido prohibir la preparación en recetario magistral del Trilostano en medicina veterinaria.

El fármaco de uso humano, es el único para el tratamiento en perros con Hiperadrenocorticismo o Síndrome de Cushing en Medicina Veterinaria a nivel mundial, y su no administración podría causar la muerte.

“Tenemos el deber de resguardar el bienestar de los animales y de canalizar las inquietudes de médico y médicas veterinarias por el futuro de sus pacientes, por eso estamos realizando una serie de acciones a objeto que el ISP revierta esta medida, dado que hablamos de la vida o muerte de cientos de perros”, dijo María José Ubilla, presidenta nacional de Colmevet.

“Esta problemática sobre el acceso de la medicina veterinaria a fármacos humanos, es una discusión que hemos mantenido con el Ministerio de Salud, Instituto de Salud Pública, Servicio Agrícola Ganadero y la Asociación de Escuelas y Facultades de Medicina Veterinaria a través de una mesa de trabajo que conformamos este año, y que justamente busca solucionar esta problemática de acceso a medicamentos que hoy solo existen en medicina humana y que son vitales para la vida y bienestar de los animales”, añadió.

El Trilostano ayuda a combatir el Síndrome de Cushing en perros, que hace referencia al exceso de la hormona cortisol, que ayuda a regular el peso adecuado del cuerpo, la estructura de los tejidos, las condiciones de la piel y otros indicadores de un buen estado de salud, pero en demasía debilita el sistema inmunológico.

“Lamentablemente la drástica decisión del ISP respecto del Trilostano, nos indica que todos los esfuerzos destinados al trabajo intersectorial no son considerados por la autoridad, y eso habla mal del rol del Estado en estas materias”, puntualizó Ubilla.

Cabe señalar que el fármaco Trilostano se utiliza para el tratamiento del Síndrome de Cushing, una de las endocrinopatías más frecuentes en los perros y requiere administración permanente y supervisada por un médico veterinario.

Se estima que en nuestro país cerca de un 2% de perros presentan esta patología que incluyen signos como polidipsia, poliuria, polifagia, aumento de peso, aumento del tamaño abdominal, alteraciones dermatológicas, jadeo, debilidad, atrofia muscular, letargo y cambios conductuales, lo que afecta no sólo el bienestar físico, sino que el bienestar mental de los animales que padecen la patología.

La respuesta del ISP

Por su parte, el ISP asegura que "no ha prohibido el uso" de ese fármaco para el uso veterinario, pues eso "no está entre sus facultades" dado que ellos solo tienen jurisdicción sobre los productos para uso humano, no así los de uso animal.

Explicaron que lo que lo único prohibido fue "la elaboración y fraccionamiento de medicamentos para uso veterinario en un recetario magistral destinado a la manipulación de medicamentos de uso humano, lo que se encuentra expresamente prohibido", lo que implica que pueden ser usados siempre y cuando sean registrados para uso veterinario en Chile y hayan sido elaborados en recintos autorizados por el Servicio Agrícola y Ganadero.

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