Una de las grandes incógnitas con respecto al Metro de Santiago es por qué -durante décadas- nunca existió una Línea 3 en el sistema, omitiendo aquel número cada vez que se inauguraba un nuevo recorrido. 

Esto, pese a que la Línea 3 fue parte de los orígenes del sistema de transportes. 

Todo comienza en 1964, cuando el urbanista chileno Juan Parrochia, quien se desempeñaba entonces como Secretario Técnico de la Comisión Metropolitana para el Transporte del Gran Santiago, realizó la primera encuesta Origen - Destino de viajes Santiago, que hasta el día de hoy analiza y cuantifica la movilidad de los capitalinos a lo largo de la ciudad.

El resultado de esta primera encuesta se materializó en el primer mapa del Metro de Santiago.

 

Las líneas 1 y 2 serían abiertas en 1975 y 1979, respectivamente. Años después, se proyectaba el inicio de la construcción de la línea 3, pensada para los habitantes del sector norte de la capital y que en primera instancia recorrería estaciones entre Plaza Chacabuco y Plaza Ñuñoa.

Incluso, cuenta el arquitecto Iván Poduje, existe un mito urbano: Parrochia (en la foto) habría iniciado las primeras obras sin autorización para que fuera irreversible. 

El proyecto estaba listo para transformarse en realidad, cuando el terremoto de 1985 obligó a desviar los fondos hacia la reconstrucción del casco histórico de Santiago. 

En la década de los 90 y principios del 2000, el boom demográfico en el sector oriente de la capital llevó a priorizar como proyectos las Líneas 5 y 4 (incluyendo la 4A), apartando una vez más a la línea 3.

En 2009 la entonces Presidenta Michelle Bachelet fue la encargada de anunciar la nueva línea del Metro de Santiago. A pesar de las especulaciones, que indicaban el retorno del cancelado recorrido, el anuncio correspondería a la línea 6, que conectaría Providencia con Cerrillos, y cuya puesta en marcha se concretaría en 2017, durante la segunda gestión de la militante socialista.

Finalmente, fue el año 2011 y durante su primer gobierno, que el Presidente Sebastián Piñera dio a conocer el diseño definitivo de la futura línea 3, que mantenía la misma estructura presentada por Parrochia, aunque con algunos cambios. 

Casi ocho años después fue el mismo mandatario quien tuvo el honor de inaugurar un recorrido ampliamente anhelado por comunas como Ñuñoa, La Reina, Conchalí, Independencia y Quilicura. 

 

 

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