Este sábado, se confirmó que el Papa Francisco aceptó la renuncia presentada por el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati. En ese sentido, el sacerdote abordó su salida.
En medio de la ceremonia por el inicio del año pastoral 2019, el religioso aseguró que "para este encuentro, naturalmente, tenía una temática, que voy solamente a introducir, porque gracias a dios, la iglesia de Santiago ha tenido la posibilidad de estar con una novedad".
Dicha novedad era el nombramiento de Celestino Aós como administrador apostólico de Santiago.
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Tras esto, Ezzati relató su postura respecto a cómo reaccionó ante las denuncias contra Fernando Karadima y, junto con eso, aseguró que "somos una iglesia humillada y abatida".
"La conciencia y el dolor de los pecados y de los crímenes cometidos por parte de los miembros de la comunidad eclesial, en especial de consagrados, nos avergüenza y nos solicita pedir humilde perdón una y mil veces. Y nos estimula a buscar caminos de reparación, de conversión y de prevención", señaló.
Además, comentó que "no deja de asombrarnos el surgir de noticias nuevas, de abusos sucedidos en el pasado. Hemos rechazado y rechazamos los crímenes cometidos. Les puedo decir, con la frente muy en alta, lo que prometí al iniciar mi servicio episcopal en Santiago después de que había explotado el caso Karadima".
De igual manera, destacó que desde que llegó al cargo prometió mantenerse "con la frente en alto" ante el Caso Karadima y aseguró que "todas las denuncias habían sido diligentemente investigadas". "Hoy, al terminar mi servicio episcopal, puedo decir la misma cosa", puntualizó.
"Con la conciencia tranquila y serena les puedo decir que he sido fiel a esa promesa, más allá de las fragilidades, la lucidez y la conciencia que tiene que ser muy iluminada para tomar las decisiones más oportunas", reiteró.
"Les puedo decir tengo la conciencia absolutamente tranquila y serena", afirmó.