Mientras la ex ministra de Justicia, Javiera Blanco, recuerda haberse reunido con el entonces director del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos, para tratar específicamente la muerte de la menor Lissette Villa, ocurrida el 12 de abril de 2016 en un centro del Sename, el actual titular del Senda considera que no existió una cita en que hicieran alusión particular al tema, diferencias determinantes para la investigación del fiscal Marcos Emilfork sobre la supuesta revelación del secreto de la ficha de autopsia de la menor.

En la declaración que prestó como testigo frente al fiscal regional de Los Lagos, a la que tuvo acceso T13.cl, la actual consejera del CDE manifestó que “para el ministerio podía ser un tema medicamentoso", razón por la cual admitió que "me reuní con el director del SML en mi oficina, le mostré la ficha de Lissette, y le pregunté cuál podía ser la causa de muerte, y me señaló como sugerencia, (porque) nunca me entregó el informe del SML, fue en su condición de médico y mirando la ficha que el Sename le había remitido, porque no calzaba lo que se nos decía por parte del servicio. De esta manera, me sugirió que podía ser un origen medicamentoso porque era muy extraño que hubiese fallecido tan intempestivamente”.

Bustos, por su cuenta, expresó que “no recuerdo que la ministra Blanca me hubiese llamado específicamente por el tema de la muerte de Lissette. No fui citado especialmente por la ministra Blanco por este tema. Iba al ministerio de Justicia en tiempos variables, dependiente de las contingencias (…) Creo haber conversado genéricamente con la ministra Blanco respecto de que se había realizado la autopsia y que estábamos a la espera de los resultados del (examen) toxicológico e histológico; ella no me preguntó respecto de la causa de muerte. No recuerdo haber hablado en detalle respecto de estos con la ministra; creo que debe haber estado con el subsecretario (Ignacio) Suárez y puede haber estado de la jefe de gabinete de la ministra, Elvira Oyanguren”

El entonces director del SML reiteró que en esas ocasiones “no tuvimos a la vista el texto del pre informe de autopsia; creo haber llevado yo al ministerio el listado de medicamentos que prescribió la colega siquiatra del HSBA”, lo que se contrapone a la arista que investiga el fiscal Emilfork.

La percepción de Bustos de que Suárez participó de esas citas, no es la misma del ex subsecretario de Justicia.

“No recuerdo haber estado en reuniones con el doctor Bustos y la ministra Blanco, para tratar el tema de Lissette. No recuerdo si en contexto de otras reuniones se hubiese tratado el tema de Lissette. No participé en reuniones con la ministra Blanco y el doctor Bustos en que se tratara específicamente el tema de la causa de muerte de Lissette o el tema farmacológico de la niña. No participé en ninguna reunión en que estuviera la ministra Blanco, el doctor Bustos, con la ficha clínica de Lissette, en que la ministra Blanco le consultara al doctor Bustos respecto de la causa de muerte de la niña y que él emitiera una opinión en orden a que la causa tendría su origen en tema de medicamentos”, declaró Suárez.

La fiscalía investiga a Bustos (hoy director del Senda) en calidad imputado de una presunta violación de secreto, ya que no puede exhibir antecedentes médicos de terceros, ni siquiera a sus superiores.

Las primeras informaciones a la ministra

En su declaración, Javiera Blanco también explica cómo conoció la noticia de la muerte de Lissette, aunque reconoció que en esa primera instancia no recibió un informe detallado de los hechos.

“La misma noche que falleció Lissette, la directora (Marcela) Labraña se comunicó conmigo por teléfono avisándome de que una niña había muerto en el interior del centro Galvarino, pero no tenía mucha información acerca de lo ocurrido, sólo me dijo que se descompensó, pero no me informó cómo falleció, me habló de unas convulsiones y creo que me dijo que era un paro cardiorrespiratorio”, contó la ex secretaria de Estado.

Su desconocimiento sobre la participación de terceros en el deceso de la menor se mantuvo, incluso, hasta la salida de Labraña, el 22 de agosto de 2016. Los medios de comunicación fueron su primera fuente al respecto, reconoció.

“El día que Marcela Labraña presentó su renuncia no me informó de que haya existido una intervención de las educadoras de trato directo o no en relación (a la muerte de Lissette). Yo me enteré de que existía una actividad de las educadoras de trato directo en contra de Lissette sólo por la prensa”, dijo.

Críticas a la labor de Labraña

Blanco testificó que no se le comunicó lo que diría Labraña sobre de las causas preliminares de muerte de Lissette.

“No se nos informó lo que la directora iba a decir. A los jefes de servicio ya se les había dado la instrucción de que debían informarme de si realizarían un contacto de prensa, sin embargo en este caso yo no tenía idea que Marcela Labraña iba a salir a hablar comunicacionalmente, quizás lo supo mi jefa de prensa”.

De paso, la ministra niega, como señaló la ex directora del Sename en su momento, que fuera ella la que le instruyera que diera un punto de prensa, donde Labraña aseguró que la menor había muerto "de pena".

“A mí me pareció que era absolutamente improcedente e imprudente lo que dijo. De hecho, mi jefa de prensa me dijo que el principal problema que tenía Marcela era que le encantaba salir en los medios. La directora da a entender que la niña se había descompensado por pena de que la mamá no la había ido a ver. Esto se trataba de una muerte que estaba en investigación, por tanto no podía hacer ese tipo de comentario”, sentenció.

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