En los pasillos del Hospital El Pino de San Bernardo ya se comenta una noticia que ha remecido al recinto asistencial: su máxima autoridad, el doctor Edgardo Villavicencio, fue suspendido de sus funciones mientras se desarrolla una investigación interna por presuntas conductas de acoso sexual y hostigamiento laboral.

La primera denuncia data del año 2024, cuando una enfermera en teletrabajo comenzó a recibir mensajes inapropiados del director del hospital. La funcionaria relata que el médico la contactó en horas de la noche con insinuaciones fuera del ámbito laboral.

“Me habló un día en la noche y me pidió fotografías porque me dijo que tenía un poco de frío como para subir el calor del turno, en ese momento él estaba en turno”, relató la denunciante.

Con el paso de los días, los mensajes se volvieron aún más explícitos. “Comenzaron insinuaciones sobre preguntas de connotación sexual, como por ejemplo, qué tipo de hombre me gustaba, con qué características, si es que era asidua a hacer o no hacer un trío”, detalló.

La enfermera aseguró que las conversaciones por WhatsApp llegaban a altas horas de la noche, incluso con comentarios que sobrepasaban toda frontera profesional: “Él tenía una impresión de mí como de nivel, hizo hasta como un diagnóstico psiquiátrico llamándome ninfómana”.

Las primeras alertas en el Hospital El Pino

El 3 de junio de 2024, el doctor Edgardo Villavicencio asumió como director del Hospital El Pino, tras dejar la unidad de gestión de pacientes. En ese entonces, advirtió públicamente sobre la creciente inseguridad en los recintos hospitalarios, señalando: “Tres eventos en un día, siete en una semana, y eso ha generado una sensación, un clima de inseguridad en toda la institución”.

Sin embargo, apenas dos meses después de asumir el cargo, ya enfrentaba su primera denuncia. “El otro día lo había ido a buscar porque necesitaba conversar con él de trabajo y me dijo ‘Ven cuando no sea algo de trabajo así te hago pasar a la residencia’. La residencia donde ellos pernoctan en las noches cuando están en turno”, declaró la primera denunciante.

Tras exponer su caso, la funcionaria aseguró haber sufrido represalias y hostigamiento laboral por parte del directorio del hospital. La situación derivó incluso en su destitución en abril de este año, con graves consecuencias personales. “Pero el daño más grande que se me causó fue la pérdida de mi pareja, que es el padre de mi hijo. Tengo un hijo de 3 años, el cual, a causa de la impotencia de ver que esto no se resolvía, que era una tras otra la persecución que yo percibía, se decidió quitar la vida”.

Una segunda denuncia y suspensión preventiva

A esta primera acusación se sumó una segunda denuncia, lo que finalmente motivó la suspensión preventiva del director Villavicencio mientras avanza el sumario administrativo.

Desde el gremio de enfermeros del Hospital El Pino, su presidenta, Marjorie Del Pino Díaz, subrayó la gravedad de los hechos: “En las dos denuncias hay un factor común que son mensajes de WhatsApp, pero también hay que considerar que aquí hay una relación de poder porque en ambos casos él era el jefe de ambas funcionarias. Esto amerita la destitución del cargo, ya que creo que son pruebas graves, son conductas que no son acorde al comportamiento funcionario que lo dice claramente el estatuto administrativo”.

Por ahora, la suspensión del director se mantiene como una medida de carácter preventivo, sin confirmar ni descartar responsabilidades. La directora subrogante del Hospital El Pino, Nora Gálvez, confirmó que el proceso sigue su curso bajo estricta confidencialidad: “Existe un proceso investigativo en curso, por lo que se aplicó el protocolo vigente, incluyéndose plena reserva a modo de garantizar el éxito y la transparencia de esta investigación”.

Consultado sobre las denuncias, el doctor Edgardo Villavicencio señaló que no puede referirse al caso mientras dure la investigación.

Mientras el sumario sigue en desarrollo, las funcionarias afectadas insisten en romper el silencio y hacen un llamado a que otras mujeres denuncien este tipo de situaciones: “Que se atrevan a denunciar, yo sé que hay muchas mujeres que se van a sentir identificadas con lo que yo estoy hablando”.

Las denunciantes esperan que su testimonio abra un camino hacia mayor seguridad, respeto y equidad de género dentro del sistema público de salud.

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