Un llamado telefónico de familiares al cónsul de Brasil en Chile, Ezequiel Chamorro Petersen, fue clave para descubrir la muerte de seis turistas brasileños al interior de un departamento de Santiago por intoxicación por monóxido de carbono.

Las víctimas habían arrendado un departamento ubicado en calle Santo Domingo 504, donde comenzaron a sentir malestares físicos por lo que alertaron vía telefónica a sus familiares en Brasil, quienes a su vez dieron cuenta de la situación al cónsul en Chile. 

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El cónsul explicó a T13 que "recibimos contacto de un familiar diciendo que su sobrina no estaba bien. Nos pidió ayuda, intentamos hablar por teléfono con la sobrina y como no lo logramos decidimos venir para ver personalmente qué pasaba". 

"Llegamos, golpeamos la puerta y nadie respondió. Llamamos a alguien para abrir la puerta, al entrar sentimos el olor de gas y encontramos los cuerpos y llamamos a los Carabineros", detalló Chamorro. 

El grupo de víctimas está compuesto por dos adultos junto a sus hijos menores de edad quienes viajaron a Chile junto a dos amigos de la familia para celebrar el cumpleaños número 15 de uno de los adolescentes. Una prima de la familia explicó a un medio brasileño que el viaje lo habían planificado hace al menos un año y arrendaron el departamento por Internet.

 Además, confirmó que la familia volvería en pocos días a a Brasil.

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