Despúes de las crisis, se supone que se han aprendido las lecciones. Cuando en abril de 2007, la entidad de respaldo crediticio New Century Financial se precipitó a la quiebra y en junio dos fondos de inversión del banco Bear Stearns también sufrieron graves dificultades, dichos temas solo despertaron el interés de los expertos.

Pero a finales de julio, la crisis de las hipotecas Subprime, el negocio de los créditos inmobiliarios de alto riesgo en Estados Unidos, tocó a las puertas de Alemania, concretamente a la entidad Bank IKB en Düsseldorf, que tuvo que ser rescatado con garantías estatales y dinero fiscal.

Cuando en 2008, Lehman Brothers, entidad inversora, se declaró en la quiebra, pareció al principio que arrastraría al resto del mundo financiero al abismo.

"En aquella época, el Bundestag aprobó la ley más rápida de su historia: la estabilización del mercado financiero", dijo Axel Weber, el entonces presidente del Bundesbank y hoy, jefe del banco suizo UBS. Se trató de "480 mil millones de euros en total, 80 mil millones de inyección de capital para los bancos", añadió.

El mundo no se ha recuperado aún de las consecuencias de la crisis económica, pero ¿ha aprendido del desastre? Esa fue la pregunta de un evento en la Frankfurt School of Finance.

Más estable, pero no estable

"A simple vista tenemos una situación más estable en el sector financiero", dijo Herbert Hans Grüntker, director del banco estatal Hesse Turingia (Helaba) y presidente de la Asociación Federal de Bancos Públicos en Alemania (VÖB). "Hay dudas por la situación en el sur de Europa en las últimas semanas", señaló Grüntker.

A finales de junio, el Gobierno italiano dio a conocer que se estaban llevando a cabo los trámites de dos entidades, no relevantes para el sistema de bancos regionales. El costo para el contribuyente: 17 miles de millones de euros. En España, el Banco Popular, fue vendido en cuestión de horas por la simbólica cifra de un euro, pero sin carga para las arcas públicas.

En España "tuvimos mucha suerte", según Elke König, directora ejecutiva de la Junta Única de Resolución (SRB), quien participó en la crisis del banco español, porque con el Banco Santander tuvimos, por lo menos "un comprador barato”.

La crisis no ha finalizado

Axel Weber cree que en el sector financiero no está todo en orden. "Nos encontramos todavía en la disolución de la crisis", comentó Weber. "Solo cuando los activos financieros negativos se inscriban como activos en los balances y se definan las pérdidas, la crisis se dará por acabada", añadió.

No se sabe aún cuándo sucederá. Los bancos europeos sufren bajo la política del Banco Central de mantener bajos los tipos de interés y la economía del continente se tambalea.

Por lo menos, los bancos se regulan mejor. La primera serie de normas internacional sobre requerimiento de capital para bancos (Basilea 1) del año 1988 contaba con 30 páginas; Basilea 3, de 2013, 600 páginas.

¿Renacionalización?

Los bancos no deberían exigir menos regulaciones, explicó Martin Zielke, presidente del Commerzbank, sino que deberían coordinarse las diversas normas, también internacionalmente.

Sin embargo, no parece ser que por ahora se pueda hablar de conciliación, todo lo contrario: el presidente Donald Trump quiere aflojar las restricciones para los bancos.

Zielke teme que se produzca una "renacionalización de las regulaciones". "Esperemos que no sea así, porque si no estaremos como el perro que se muerde la cola y al final estaremos en el punto de partida", donde estábamos antes de la crisis, señaló Elke König.

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