Por Cristián Rivas

La Asociación Chilena de Agencias de Turismo (Achet) no sólo está trabajando activamente frente al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) en su intento por frenar la anunciada alianza comercial entre Latam Airlines, American Airlines y el holding IAG, que incluye a British Airlines e Iberia. También está moviendo sus fichas a nivel internacional, en particular en Estados Unidos.

El gremio turístico envió a mediados de julio pasado una descriptiva carta al Departamento de Transporte de ese país (DOT según sus siglas en inglés), con la que solicita al organismo considerar una serie de antecedentes que a su juicio no fueron entregados por las aerolíneas al momento de solicitar la aprobación del pacto.

El documento de ocho páginas es muy similar a la presentación que realizó el organismo al TDLC y que dio origen a la investigación que actualmente tiene en marcha ese organismo, en particular con los aspectos económicos que a su juicio afectarán la competencia, el precio de los pasajes y el transporte de carga.

“No se trata de una mejora al acuerdo de códigos compartidos existente, sino que de una fusión, porque es una alianza de coordinación total en cuanto a las operaciones, las ventas, los precios y el esquema de reparto de ingresos en vuelos nacionales e internacionales, que crearía una red peligrosamente difícil de desafiar”, reza la carta que firman el presidente de la entidad, Guillermo Correa y otros tres directivos.

Agrega que “estamos particularmente preocupados por los efectos asimétricos que esta alianza tendría en mercados altamente concentrados como el chileno”.

La misiva describe que en forma conjunta American Airlines y Latam Airlines concentrarían el 78% de los pasajeros aéreos hacia el mercado norteamericano y el 61% del mercado de carga aérea en esa misma ruta. Recalcan además que American Airlines ya cuenta con un acuerdo similar para cubrir el mercado Estados Unidos-Europa con el holding IAG, es decir British Airways e Iberia, mismos actores que también están sellando otro acuerdo con Latam Airlines para cubrir el mercado de Europa y América del Sur, donde sumarían el 64% de participación, que subiría a más de 70% en 2017 con un nuevo vuelo anunciado por British Airways.

“Estas cifras deberían dar señales de advertencia de que toda la estructura de esta profunda alianza no será neutral en términos de competencia”, dice el documento.

Entre otros antecedentes, además suma una serie de tablas con las participaciones de cada uno de los países latinoamericanos donde operan las compañías mencionadas, incluyendo porcentajes de participación y el nivel de concentración que ostentarían una vez que se materialice el acuerdo comercial. En este sentido advierte que el índice HHI, utilizado para medir la concentración de la industria, supera largamente el rango de 1.500 a 2.500 puntos que considera como aceptable el propio DOT –también la Federal Trade Commissión— en un mercado que ya tiene alta concentración.  En algunas de las actuales rutas, como la que va de Chile a Estados Unidos este índice superaría los 6.000 puntos, sostiene la Achet.

 El argumento más duro

Uno de los puntos más relevantes de la carta –y que en la Achet reconocen que podría ser el argumento más duro para que el organismo rechazara eventualmente el acuerdo— es el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y Estados Unidos.

En la carta, el organismo describe al DOT que teniendo en cuenta el impacto económico bilateral que tendría esta alianza, “es útil recordar que uno de los objetivos principales del Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos y Chile es ´promover condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio’"

Además, describe que en el capítulo sobre conducta comercial anticompetitiva se señala que "cada parte se compromete a adoptar o mantener leyes de competencia que proscriban prácticas de negocios anticompetitivos, con el objetivo de promover la eficiencia económica y el bienestar de los consumidores".

Desde la Achet trascendió que por ahora el organismo no ha sido invitado a entregar más antecedentes de parte de la autoridad estadounidense.

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