El empresario y controlador de Canal 13, Andrónico Luksic, cumple este mes 10 años desde que asumió la presidencia de Quiñenco, el holding de inversiones de la familia, luego de la muerte de su hermano Guillermo.
En su carta a los accionistas de la firma, realizó un repaso de la década que lleva a la cabeza del mayor grupo empresarial del país.
El principal foco de su gestión, asegura, ha sido consolidar la expansión global de la compañía. “Si a mediados de la década pasada el 70% de nuestros activos estaba en nuestro país y el 30% en el extranjero, en el último año más de nueve de cada diez pesos de utilidad de Quiñenco se originaron en la actividad de nuestras empresas en el exterior”, afirmó, en declaraciones que reproduce el Diario Financiero.
“Reflejo de esa resiliencia han sido los resultados de los últimos dos años, excepcionalmente exitosos tanto en Quiñenco como en varias de nuestras empresas”, continuó.
Asimismo, destacó que mantienen firme el compromiso con Chile, “donde contamos con compañías sólidas que han seguido creciendo, contribuyendo con el futuro del país y el bienestar de sus trabajadores”.
Luksic explicó que la estrategia a largo plazo, que apunta a la diversificación internacional y sectorial, ha sido el gran pilar de la firma, lo que ha permitido adaptarse a distintos escenarios y responder a las diferentes situaciones políticas, sociales, económicas e industriales.
El empresario detalló también que cuando Quiñenco entró a la propiedad de Compañía Sud Americana de Vapores (CSAV), “el mercado resintió la decisión”. Así, desde esa fecha, la empresa se restructuró, relató, concretando la fusión con la alemana Hapag-Lloyd. Además, se pasó por sucesivos aumentos de capital y años de pérdidas, y una década sin repartir dividendos.
“Si 2021 y 2022 han sido años récord de ganancias para CSAV y Quiñenco, es en gran medida por efecto de ese trabajo y esa visión”, afirmó.
Finalmente, acerca de las otras empresas del grupo, Luksic destacó la “solidez” del Banco de Chile, la consolidación del liderazgo de CCU, a pesar de una “ardua competencia”, la transformación de SAAM, que incluso vendió sus filiales a Hapag-Lloyd, y el crecimiento de Enex, a través de su rol como licenciatario de Shell en Chile, la compra de Terpel y la red de tiendas de las marcas Upa! y Upita! en el país.