AFP

China impuso una tasa extra de 10% a la compra de automóviles de lujo, una nueva medida tendiente a combatir el estilo de vida ostentoso de las élites política y económicas.

La nueva tasa, que se aplica a los vehículos cuyo precio supera 1,3 millones de yuanes (unos 187.000 dólares), entró en vigor este jueves.

Su objetivo es alentar "un consumo racional" y promover los vehículos que consumen menos carburante. explicó el miércoles un comunicado del ministerio chino de Finanzas.

Recientemente, el presidente Xi Jinping criticó el modo de vida de las personalidades políticas y los grandes empresarios.

A su llegada al poder, Xi Jinping lanzó una campaña para combatir la corrupción en el Partido Comunista de China.

En las redes sociales se critica cada vez más el modo de vida extravagante de los responsables gubernamentales, los parlamentarios y sus parientes y la permanente ostentación de la riqueza a través de automóviles, joyas y vestimentas de lujo.

Esa conducta contradice la imagen de austeridad, honestidad y sacrifico que Xi impulsa en el aparato del Partido Comunista desde su llegada al poder.

La nueva tasa perjudica en especial a las marcas emblemáticas de los autos de superlujo -Ferrari, Rolls-Royce o Lamborghini-, muy apreciadas en China.

También afecta a las marcas alemanas Mercedes y BMW.

Esta medida se aplica justo en el momento en que la venta de automóviles de lujo volvía a aumentar tras ser afectada en los últimos años por la campaña anticorrupción.

En el segundo trimestre de este año Ferrari vendió 160 automóviles, lo que representa un aumento de 26%.

Las marcas de lujo aprovechan también la buena dinámica del mercado automovilístico que en octubre registró un crecimiento de 18,7% de las ventas, según los fabricantes.

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