Después de 38 años de labores la constructora CIAL se declaró en la quiebra, situación que dejará a más de 1.200 personas sin trabajo en la Región de La Araucanía (800 trabajadores directos y 400 indirectos).

El dueño de la empresa, Alejandro Becker, aseguró que no cuenta con los recursos económicos para pagarle a trabajadores, contratistas y proveedores.

Asimismo, Radio Bio Bio publicó que serían 16 las obras que no les habrían cancelado a la constructora. A esto se suma que el mencionado medio asegura que Becker acusó al Ministerio de Obras Públicas (MOP) de no haberles pagado, deuda que fue desmentida por el seremi de Obras Públicas, Henry Leal.

La autoridad precisó que de todas formas se harán cargo de las 220 personas que trabajan en las cinco obras con las que mantienen contrato vigente con CIAL. Entre los trabajados que quedarían inconclusos se encuentra la ruta costera que une Tranapuente con Tirúa.

La noticia se conoce a menos de una semana de que la empresa Maersk, en San Antonio, despidiera a 1.200 trabajadores tras su cese de funciones.

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