La bolsa nacional está a punto de arrojar pérdidas en la primera mitad del año, acumulando así el tercer trimestre seguido en números rojos, pese a que las bolsas de la región han tenido resultados estelares.

El índice referente S&P IPSA ha perdido un 0,14% de su valor en lo que va del año, mientras que el MSCI Emerging Markets Latin America Index, que agrupa acciones de las principales bolsas latinoamericanas, se ha elevado casi 12%.

Este mal desempeño, señalan desde el mercado, se da por una mezcla de factores.

Por el lado externo, el aumento en la percepción de riesgo de los mercados globales ha puesto presión a los activos más riesgosos, como las bolsas emergentes y commodities. Por el lado local, destacan la demora en sacar adelante reformas económicas que el mercado espera del gobierno, como la tributaria y la previsional, y la preparación de los inversionistas a la espera de la apertura en bolsa de Cencosud Shopping y el masivo aumento de capital de Enel Américas.

Las acciones que más han influido en la baja del IPSA son algunos de sus pesos más pesados, como la serie B de SQM. El papel ha perdido alrededor de un 24% de su valor, acompañando el mal desempeño general que ha tenido el sector productor de litio en general, de la mano de menores proyecciones de precio del mineral.

Además se suman Falabella y Copec, que han perdido más de un 10% de su valor en la primera mitad del año.

En la vereda opuesta, los mejores resultados los han obtenido Entel, que ya casi alcanza un retorno de 30% después de ser uno de los papeles más golpeados de 2018, y CAP, que ha rentado más de 25% de la mano de un rally en el precio del hierro.

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