Si ayer el dólar en Chile superó los límites al llegar a un máximo en histórico, hoy el panorama pareciera ir más allá. Y es que la creciente incertidumbre política en Chile, gatillada por conflicto social y la posibilidad de avanzar hacia una nueva Constitución, agrega presión al tipo de cambio.

Al inicio de las operaciones de este martes, la divisa norteamericana se ubica en $ 800 según datos de Bloomberg, lo que representa un alza de casi $ 40 respecto al cierre del lunes. 

Estas últimas semanas ha sido para el olvido para el peso chileno. Muestra de ello es que desde que partió el conflicto social el 18 de octubre, el tipo de cambio ha subido cerca de $ 90. Además, en noviembre, la moneda local tiene el triste récord de ser la divisa más depreciada de todas las monedas del mundo. 

Ayer el billete estadounidense se ubicó en $ 760,43, lo que implicó una subida de $ 12,84 (1,72%) respecto al cierre del viernes.  Además de ser su salto diario más importante en tres semanas, este movimiento dejó al cruce de monedas en un nuevo máximo histórico, superando el anterior peak de $ 759,75 alcanzados en octubre de 2002, según Bloomberg.

Como si fuera poco el contexto local para el peso, el escenario internacional poco ayuda. Y es que a esta hora el precio del cobre registra una caída de 0,4% en su precio futuro. Mientras que el dólar a nivel global experimenta una subida de 0,16%.

Entorno incierto

Después de meses de moverse al ritmo de lo que pasaba en los mercados internacionales, siguiendo los designios de las señales de la Reserva Federal, los vaivenes del precio del cobre y el hostil tango de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China, la atención de los inversionistas se ha volcado completamente a Chile.

Operadores del mercado aseguran que lo que más está pesando en el mercado cambiario en estos días ha sido la incertidumbre política que se extiende en el país desde que empezaron las manifestaciones en varias grandes ciudades hace más de tres semanas.

Si bien el último anuncio de La Moneda para tratar de aplacar las manifestaciones de descontento social, un proceso que apunta a generar una nueva Constitución, dejó a los inversionistas nerviosos, tanto por los potenciales cambios a las llamadas "reglas del juego" como por la extensión del proceso, agentes del mercado señalan que esto es sólo parte del mix.

Además de la potencial futura Carta Magna, el hecho de que las protestas no den tregua pese a los anuncios del Ejecutivo tiene a los capitales buscando refugio. "Cualquiera se puede dar cuenta q todas estas semanas van a tener un costo grande en desempleo, producción, etc", explica un operador local.

Eso sí, desde las mesas de dinero hacen énfasis en que la violencia del movimiento de hoy y el salto de ayer se dan por movimientos "apanicados" por la incertidumbre, con una alta participación de inversionistas individuales.

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