Tenía que entregarlo en las próximas semanas, pero el Imacec de abril, y las pesimistas proyecciones que hizo el Banco Central sobre Chile apuraron las cosas. Luego del acuerdo sellado hace 10 días con la oposición, el equipo de Hacienda y la Dirección de Presupuesto (Dipres) se encerró a diseñar el informe de finanzas públicas -incluido el último fin de semana- para terminar de darle forma ayer al mediodía de este lunes. Un documento que en esta ocasión consideró como punto principal la contingencia por la pandemia y los altos gastos que deberá enfrentar Chile a partir del acuerdo económico firmado con la oposición, que generará un fuerte impacto en las finanzas públicas.   

Con este escenario y las nuevas medidas económicas consensuadas para hacer frente a la crisis del Covid-19, la Dipres corrigió con fuerza sus proyecciones de crecimiento. Así, a través de una exposición vía Zoom, el director de Presupuestos, Matías Acevedo, sinceró que el Gobierno estima que el PIB de Chile caerá 6,5% en 2020, muy lejos de la baja de 2% anticipada en el informe del primer trimestre del año, aunque con un repunte importante en 2021, tal como lo había adelantado el ente emisor, con un ingrediente principal: la incertidumbre sobre la economía sigue siendo el factor más importante sobre la mesa, en momentos que Chile alcanza un déficit casi del 10% efectivo.

Un dura advertencia

Con las cartas sobre la mesa, Hacienda insiste en su documento que el mayor nivel de gasto que enfrentará el país se va a reflejar en los principales indicadores de las finanzas públicas. Y por eso plantea dos caminos concretos para Chile y las consecuencias sobre uno y otro.

El primero, que el gasto extraordinario hasta US$ 12 mil millones efectivamente sea por 2 años y converja a los niveles previos a la crisis, tal como se acordó en el plan de emergencia económico, lo que nos llevaría a una deuda bruta de 45% al año 2030.   

Pero ante los últimos llamados políticos de que los nuevos recursos permanezcan en el tiempo, y considerando que justo cuando el plan de emergencia debe finalizar, comenzará un nuevo gobierno, cuya intención será cumplir su programa, Hacienda hace una advertencia de lo que sucedería en el país si alguien decide mantener los US$ 12 mil millones. De ser así, y el gasto sigue creciendo en promedio 4% anual, tal cual estamos hoy, se explica en el documento, Chile alcanzará una deuda bruta del 70% al 2030, con una pregunta que cae de cajón.

¿Qué efectos generaría sobre Chile un nivel de endeudamiento a ese nivel?

El mismo que enfrenta cualquier familia que vive de deudas y no de sus ingresos, explican en Hacienda. Y eso para el país, significa incluso poner en riesgo el grado de inversión, lo que conlleva a tener menos acceso al mercado internacional, prestamos con tasas más altas, y recursos que irían al pago de deuda y no a gasto social. O sea, dicen en Hacienda, salir de las grandes ligas y comenzar a jugar en la B. Una advertencia que hace la Dipres frente a los llamados políticos de forzar la permanencia de recursos, frente a una crisis que nadie sabe cuánto tiempo puede durar, pero que puede generar costos impensados y una afectación a las finanzas públicas sanas, que es lo que hoy nos han permitido no naufragar en en pandemia.

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