Lo que ha sido una preocupación para la economía nacional en materia macroeconómica desde la llegada de la pandemia se materializó hoy, ya que a través de un comunicado, Fitch Ratings anunció la rebaja de la clasificación soberana de Chile, de "A" a "A-".

Con este último movimiento, la agencia norteamericana también revisó la perspectiva del país, la que ahora pasó a ser "Estable", desde la "Negativa" en la que situó a la economía nacional a mediados de marzo.

"La rebaja refleja el debilitamiento de las finanzas públicas a raíz de las presiones seculares para aumentar el gasto social a raíz de las protestas a gran escala en octubre-noviembre de 2019, que se han visto agravadas por la recesión económica precipitada por la pandemia de coronavirus", se lee en el comunicado.

Adicionalmente, la agencia clasificadora advierte que pronostica que la carga de la deuda pública seguirá aumentando en el mediano plazo, dadas las perspectivas de crecimiento de tendencia más baja de Chile y las dificultades para consolidar sus cuentas fiscales en medio de un fuerte calendario político y presiones sociales.

Escenario macro

De acuerdo al reporte elaborado por el equipo que lidera el analista Richard Francis, el déficit fiscal del gobierno central llegaría a 8,5% del Producto interno Bruto (PIB) este año, para bajar a 5,1% en 2021. Ambas cifras son superiores al 8,2% y 4,3% que prevé el Ministerio de Hacienda

El incremento esperado para este año es tres veces mayor al dato de 2019, cuando el déficit llegó a 2,8% del Producto, y aún más grande que lo alcanzado el año anterior, cuando el saldo negativo representó el 1,7% del PIB.

Frente a este escenario, Fitch advierte que una nueva reforma tributaria "probablemente sea necesaria para mejoras estructurales" en el último año del gobierno, que en el pasado se centró en la racionalización del gasto y mejoras en la administración tributaria para consolidar la posición, dice el informe.

La relación entre la deuda del gobierno y el PIB aumentaría a 34% este año y a 37,4% en 2021, un crecimiento de varios puntos desde el 28% de 2019, y aún mayor al 25,6% de 2018. El incremento, sin embargo, está por debajo de la mediana de 56% de la relación deuda-PIB de los países con clasificación "A".

Acorde a la agencia, la economía se contraería 5,8% este año como consecuencia de las estrictas y severas cuarentenas para acotar la propagación del coronavirus, para luego repuntar a 4,5% en 2021.

El pronóstico para este año fue revisado al alza desde la caída de 6,5% estimada previamente, lo que responde al efecto sobre el consumo que significó el retiro anticipado de los fondos previsionales.

Pensando en el mediano plazo, las perspectivas de crecimiento se redujeron a más o menos 2%, y la agencia destaca que el proceso de escritura de una nueva Constitución, sumado a las múltiples elecciones que se llevarán a cabo en los próximos dos años, "plantean incertidumbres que podrían frenar la inversión y las perspectivas de recuperación económica y aumentar las presiones para un mayor gasto social".

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