Los principales fabricantes de automóviles redujeron el año pasado drásticamente las inversiones en nuevas o más modernas fábricas. Los proyectos de inversión cayeron un 45 por ciento: de 179 en 2015 a 98 en 2016. El valor de las inversiones se redujo incluso un 69 por ciento, de 52.500 a 16.300 millones de euros. Ese es el resultado de un estudio de la asesora de empresas Ernst & Young (E&Y), presentado este lunes (27.03.2017) en Fráncfort del Meno.

Luego de un año récord de inversiones 2016, los fabricantes han apretado a fondo el freno, sobre todo en Europa Occidental y China, donde el volumen de inversiones disminuyó en un 87 y un 79 por ciento respectivamente. En Estados Unidos, la reducción fue menor: de un 53 por ciento.

Número uno: Estados Unidos

Como ya el año pasado, el mayor volumen de inversión se registró en Estados Unidos: en 2016 fueron invertidos en nuevas plantas, estudios de diseño y centros de desarrollo 6.300 millones de euros (2015: 13.500 millones de euros). Los lugares dos y tres lo ocupan Hungría (1.600 millones) y Alemania (1.300 millones).Los siguientes lugares quedan en manos de China y Argentina, con sendos 1.000 millones de euros. En el estudio fueron consideradas las inversiones de los 16 principales grupos automotores del mundo.

El fuerte retroceso de la inversión es un indicio de la masiva transformación en el sector del automóvil. "La transición a la movilidad eléctrica llevará a masivos cambios en la cadena de creación de valor y la planificación de inversiones", dice Fabian Schuster, de E&Y. Y agrega: “Para la producción de coches eléctricos se necesitan menos y muy diferentes partes a las empleadas en los coches con motor de combustión interna, lo que supone cambios también en las plantas de producción y la infraestructura”. Ello supone, a su vez, que ahora deberán realizarse grandes inversiones en los sectores de investigación y desarrollo.

El derrumbe de los BRICS

Hasta 2012, los fabricantes de coches invirtieron sobre todo en países emergentes. Luego, pasaron al foco de atención los países industrializados tradicionales. Entre 2010 y 2012 fluyó hacia los países del BRIC –Brasil, Rusia, India y China– el 42 por ciento del total de inversiones mundiales en el sector. De 2014 a 2016, solo el 17 por ciento.

“Las grandes expectativas depositadas en el desarrollo de las ventas en los países emergentes no se cumplieron. Los mercados de Rusia y Brasil se hallan hasta hoy completamente estancados”, dice Peter Fuss, también de E&Y. Y agrega: “Por eso, en los últimos años las inversiones han vuelto a Estados Unidos y Europa. En 2016 fueron invertidos en los países del BRIC solo 1.700 millones de euros; en Estados Unidos y Europa, por el contrario, 11.600 millones en total”.

El “brexit” y la elecciones en EE. UU.

También las actuales transformaciones derivadas del “brexit” y la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos contribuyen a que los grupos de fabricación de automóviles se mantengan reservados en cuanto a nuevas inversiones.

“La situación es actualmente tan confusa que las empresas quieren mantenerse abiertas a todas las opciones. La consigna ahora es: no tomar decisiones precipitadas, mejorar la flexibilidad de las propias cadenas de producción y evitar decidirse definitivamente por determinados países y tecnologías de producción”, concluye el experto.

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