Por Paula Comandari

Días después del estallido social del 18 de octubre, Hacienda decidió meter mano al fondo común municipal, que se creó en los años 80 y que se distribuye en todo Chile. 

Para muchos expertos, se trata de un mecanismo que, dada su forma de repartirse, intensifica la inequidad social. “Eso hay que cambiarlo cuanto antes, si bien no es un tema tan fácil de resolver porque implica que muchos municipios que hoy colaboran poco con el fondo tengan que meterse la mano al bolsillo de forma importante”, explican fuentes en Hacienda. 

Desde noviembre, de hecho, un equipo integrado por la Dirección de Presupuesto (Dipres), la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) y Presidencia trabajan, todas las semanas, definiendo el diseño del nuevo plan, cuyo centro encuentra un fin estratégico: crear un sistema progresivo, de modo que las comunas ricas entreguen más recursos a las comunas vulnerables.

¿Competencia desleal?

Algo que irrita a la oposición es que el proyecto que presentará el gobierno, antes de que termine marzo, no contemple eliminar el actual fondo, que recibe ingresos de cuatro conceptos: el primero, los impuestos que los municipios deben pagar por contribuciones; el segundo, lo que tienen que desembolsar por los ingresos de las patentes comerciales. En este ítem el tema es así: Santiago paga una tasa de 55%, Providencia, Vitacura y Las Condes, una de 65% del total de recursos recibidos por esta materia.

Sin embargo, el resto de las comunas de todo Chile no paga por los ingresos de las patentes, lo que genera varias interrogantes. La primera y más sorprendente es por qué la comuna de Lo Barnechea, no aporta al fondo, si se encuentra dentro de las más ricas del país. Aquí hay diversas interpretaciones: los que se escudan en que se trata de una comuna que reúne a personas de muy altos ingresos, pero también a personas que están cerca de la línea de la pobreza; mientras que otros aseguran que ha sido negligencia, el no actualizar las características de una comuna que hace rato dejó der ser vulnerable. 

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Según fuentes de Palacio, esta inconsistencia explica por qué muchas empresas se constituyen en Lo Barnechea: porque como el municipio no aporta por este concepto, cobra más barato, lo que explica por qué varios alcaldes acusan que hay “competencia desleal”.

Uno de los senadores que ha presentado propuestas relacionados con este tema es Felipe Harboe, quien considera que aquí se requiere un cambio estructural del sistema “para establecer uno con mayor nivel de igualdad y equidad en el financiamiento municipal, erradicando, por ejemplo, que las compañías no paguen las patentes donde realizan la actividad productiva”.  

Nuevo fondo

Aunque es prioridad entre las autoridades, cambiar el sistema no se hace de un día para otro, porque hay que eliminar ciertas inercias y resistencias que tienen que ver con consensuar la idea de que, de un momento a otro, los ingresos de las municipalidades van a bajar, aun cuando se trate de un tema de justicia. 

Desde el gobierno han intensificado la agenda para reunirse con los alcaldes y explicitar el plan del Ejecutivo, que en todo caso funcionará con gradualidad, de modo de dar tiempo a las municipalidades para que se adapten a la nueva tabla (ver tabla al final de la nota), que incluye además modificar un tercer concepto: las comunas ya no pagarán la misma tasa por permisos de circulación. Y en vez de aportar 62,5% de sus entradas, independiente de si eres rica o pobre, la idea es que los municipios también contribuyan de manera escalonada, según tramos, para que en este ítem también aporten quienes generan más ingresos, y ya no por igual. 

Esto, a través de la participación que todos los municipios deberán tener en un segundo fondo, que el gobierno bautizó como “fondo de convergencia local”, que justamente busca dar equidad a un sistema, que según los expertos, debió ser modificado hace muchos años, y que hará que el fondo actual de US$ 1.300 millones anuales sea mucho más abultado y, además, que se distribuya de otra manera: porque todo lo que se recaude en este nuevo pozo irá exclusivamente a las comunas más pobres del país: llegará a 138 de las 356 que existen todo Chile, y ya no a todas ellas. 

Una iniciativa que en los tiempos actuales no da mucho espacio para reclamos, si bien en la oposición insisten que la justicia social y la mayor equidad vendría sólo si el fondo original se elimina, algo a lo que en Palacio, explican, no están disponibles porque sería una discusión política difícil de zanjar en poco tiempo, lo que entramparía un cambio que es fundamental realizarlo en el corto plazo, sobre todo por las urgentes demandas de los municipios vulnerables, que además de los problemas de servicios básicos, como salud y educación, viven con serios problemas de equipamiento urbano y falta de áreas verdes. 

Pero en la vereda contraria al gobierno señalan que antes de adherir al nuevo plan es importante mirar en detalle la iniciativa y ver si realmente ataca la inequidad social.  

“La nueva tabla”

Así funcionará la nueva tabla para los distintos ítems. A modo de ejemplo, y considerando el impuesto territorial:

- Las municipalidades que generen menos de 150 mil UTM pagarán un 60%

- Las que se encuentren entre 150 mil UTM y 300 mil UTM, una tasa de 62%

- Las que están entre 300 mil UTM y 600 mil UTM, una tasa de 65%

- Las que se encuentren entre 600 MIL UTM y 900 mil UTM, una tasa de 67,5%, y sube hasta llegar a 77,5%, muy similar a como opera el impuesto al global complementario.

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