AFP

El Senado argentino aprobó este jueves un austero presupuesto para 2019 para lograr el equilibrio fiscal que le asegure al país el auxilio financiero de 56.000 millones de dólares pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La votación fue de 45 senadores a favor, 24 en contra y una abstención, al cabo de más de doce horas de debate que terminó en la madrugada.

Aunque la alianza oficialista Cambiemos (centro-derecha) no cuenta con mayoría en el parlamento, el gobierno de Mauricio Macri tuvo el apoyo clave de un sector del Partido Justicialista (oposición peronista).

El presupuesto "es de ajuste, en el marco de una crisis que voló todo por el aire, votar en contra sería una muy mala señal a nivel internacional", justificó en su discurso Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque justicialista.   

A lo largo del día, sindicatos y movimientos sociales se manifestaron en los alrededores del Congreso, pero la participación fue menos numerosa que el pasado 24 de octubre, cuando el proyecto se aprobó en la cámara de Diputados en medio de disturbios que llevaron incluso a interrumpir la sesión.

"El pueblo está en contra de este presupuesto, estuvo en contra de pedir préstamos al FMI, pero hay oídos sordos", se lamentó Ana María de Jesús, de 67 años, una de las manifestantes.

La expresidenta de centro-izquierda Cristina Kirchner, actual senadora y una de las principales opositoras, sostuvo que el presupuesto para 2019 es "en realidad una planilla diseñada para cumplir con el déficit cero" al que se comprometió el gobierno ante el FMI.

"No se sale de la recesión ajustando el gasto público, porque lo que vamos a hacer es profundizar el sufrimiento de la sociedad argentina", aseveró Kirchner.

Sin embargo, la aprobación se consiguió sin tropiezos, pues durante estas semanas el gobierno del presidente liberal Mauricio Macri y las provincias llegaron a acuerdos que les aseguran financiamiento pese a los fuertes recortes.

Meta: el equilibrio fiscal 

El presupuesto que regirá en 2019, último año de gobierno de Macri, contempla el recorte de gastos por unos 400.000 millones de pesos (unos 10.000 millones de dólares) respecto del año anterior con el fin de bajar a cero el déficit fiscal primario, que en 2017 cerró en 3,9% del PIB y que para 2018 se proyectó en 2,7%.

Esa meta de equilibrio fiscal primario se lograría con un descenso de los gastos equivalente a 1,5% del Producto Interno Bruto y un aumento de la recaudación de cerca de 1,2% del PIB.

El proyecto está en línea con el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional, que asegura un auxilio financiero para Argentina por unos 56.000 millones de dólares.

"Si bien el FMI y las autoridades confían en el inicio de una paulatina reactivación a partir del segundo trimestre de 2019, en el mejor de los casos recién se observarán signos de significativa recuperación de la actividad y del empleo en el segundo semestre. Pero en el corto plazo, el programa fiscal tiene efecto inequívocamente contractivo sobre la demanda agregada, la actividad económica y el empleo", explicó a la AFP el economista Héctor Rubini, de la Universidad del Salvador de Buenos Aires.

El presupuesto 2019 contempla gastos totales por 4.172.312 millones de pesos (110.000 millones de dólares).

Estabilidad cambiaria 

Argentina acudió al FMI en medio de una corrida cambiaria que comenzó en abril pasado y que llevó a una depreciación de su moneda de 50% a lo largo del año, con una inflación estimada por encima de 40% para el cierre de 2018.

Para estabilizar la moneda, el Banco Central decidió a partir de octubre establecer un sistema de bandas de fluctuación y mantener la base monetaria constante hasta junio de 2019. Desde que comenzó a aplicar esas medidas el peso argentino se ha revalorizado un 10% frente al dólar.

"La desaceleración de la inflación requiere una política monetaria restrictiva, pero para que sea efectiva exige una reducción de la velocidad de aumento de tarifas públicas, precios regulados y salarios", advirtió Rubini.

El debate parlamentario se produce dos días después de que la calificadora de riesgo S&P rebajara la nota de la deuda argentina de B+ a B.

"Esta reducción refleja la erosión de la trayectoria del crecimiento, la dinámica de la inflación y la trayectoria de la deuda, tras las dificultades para poner en marcha el exigente programa de ajuste económico", indicó la agencia.

El FMI estima que la economía argentina se contraerá 1,6% este año y 2,6% en 2019.

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