El presidente de la empresa de transporte Uber, Dara Khosrowshahi, pidió disculpas este lunes a los londinenses por los "errores" que llevaron a la revocación de su licencia en la ciudad, aunque mantendrá su apelación a la decisión.

"En nombre de todo el mundo en Uber globalmente, pido disculpas por los errores cometidos", afirmó el directivo en una carta abierta a los londinenses, publicada en el diario Evening Standard.

La autoridad municipal del transporte público de la capital británica, TfL, anunció la semana pasada la revocación de la licencia de la empresa de taxis privados estadounidense por razones de seguridad para el público, lamentando entre otras cosas que Uber no verificase los antecedentes penales de sus conductores.

El pasado julio, un conductor de Uber fue condenado a 12 años de cárcel por tratar de violar a tres clientas ebrias, en tres incidentes separados.

"El enfoque y la gestión de Uber han demostrado una falta de responsabilidad respecto a varios problemas, con consecuencias potenciales para la protección y seguridad del público", dijo TfL.

Khosrowshahi anunció la apelación de la decisión, que causó indignación entre numerosos usuarios londinenses.

"Apelaremos esta decisión en nombre de millones de londinenses, pero lo hacemos con la conciencia de que tenemos que cambiar", añadió el presidente en su carta.

"Tenéis mi compromiso de que trabajaremos con Londres para corregir las cosas y ayudar a que esta gran ciudad se mueva con seguridad", concluyó el texto del directivo.

El alcalde acusa a Uber

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, respondió instando a Uber "a seguir las reglas", y acusó a la empresa de "lanzar amenazas agresivas" y contratar a "un ejército de relaciones públicas, expertos y abogados" para revertir la medida.

Uber tiene en Londres alrededor de 40.000 conductores y 3,5 millones de usuarios.

Más de 750.000 personas habían firmado hasta este lunes un manifiesto de Uber reclamando al alcalde Khan que revocase su decisión de no renovar la licencia, que se agota el 30 de septiembre.

La decisión de TfL y el alcalde, dice el manifiesto publicado en change.org, supone una concesión "a un pequeño grupo de personas que quieren limitar las opciones de los consumidores".

Si las autoridades no cambian de idea, "privarán a millones de londinenses de un modo de transporte asequible y conveniente", añade el manifiesto.

"Esta prohibición muestra al mundo que Londres está lejos de ser abierta y se cierra a las empresas innovadoras que aportan opciones a los consumidores y oportunidades de trabajo a quienes las necesitan", continúa.

Al igual que ha ocurrido en muchas ciudades del mundo, los taxistas tradicionales de Londres se opusieron al desembarco de esta empresa que propone mejores precios y se congratularon por la retirada de la licencia.

"Desde que llegó a nuestras calles, Uber ha violado la ley, explotado a sus conductores y rechazado aceptar su responsabilidad en la seguridad de los pasajeros", dijo en un comunicado publicado por la prensa británica Steve McNamara, presidente de la Asociación de conductores de taxis.

"Esperamos que Uber se embarque en un desafío legal espurio contra el alcalde y TfL, e instamos a la justicia a mantener la decisión. Esta empresa inmoral no tiene sitio en las calles de Londres", concluyó McNamara.

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