Por seis votos contra cuatro el Tribunal Constitucional (TC) rechazó este lunes dos requerimientos presentados por parlamentarios de Chile Vamos que buscaban frenar el proyecto de despenalización del aborto en tres causales. 

Aunque Chile Vamos sabía que era probable una derrota de sus solicitudes, dos de los seis votos sorprendieron en la oposición: los de María Luisa Brahm y José Ignacio Vásquez. 

Ambos ministros del TC están ligados a la derecha. En el caso de Brahm, abogada de la Universidad Católica, se trata de la ex jefa de asesores y brazo derecho del ex Presidente Sebastián Piñera durante su gobierno. El ex Mandatario ha planteado en varias oportunidades su rechazo al proyecto del gobierno.

Brahm siempre ha sido cercana a RN y fue directora ejecutiva en el instituto Libertad – vinculado a ese partido-entre 2000 y 2010.

En la mesa RN recuerdan que cultivó un estilo más bien conservador y fue, por ejemplo, una férrea adversaria a la distribución de la píldora del día después durante su labor en el instituto.

En el caso de Vásquez, abogado y magister en Ciencias Política de la Universidad de Chile y magister en Derecho Público de la Universidad de Los Andes, fue entre 1999 y 2004, subdirector jurídico de la municipalidad de Vitacura, encabezada por el acalde de RN, Raúl Torrealba.

Su designación en el TC durante 2015, fue considerada una derrota para el gobierno de la Presidenta Bachelet, debido a que llegó a reemplazar al abogado Francisco Fernández, militante del PS.

Con todo, durante estos años ambos juristas se mostraron siempre contrarios a los proyectos del gobierno: votaron a favor de los requerimientos de Chile Vamos contra  la reforma laboral y también en la glosa de gratuidad en educación. 

En la derecha afirman que los ministros coordinaron la decisión de dar luz verde al proyecto de aborto para evitar costos políticos y reclamos desde la opinión pública tanto al Tribunal Constitucional, como a sus respectivos roles como jueces cercanos a la oposición.

Esto, en medio de la presión que ejercieron varios sectores para aprobar la iniciativa, entre ellos la propia Presidenta Michelle Bachelet. 

Por otro lado, quienes conocen a Brahm aseguran que en ella primaron “argumentos jurídicos” más que sus convicciones personales, por tanto, es probable que su voto haya sido en su calidad de abogada, más que cercana a una coalición política.

Otras fuentes aluden a que su voto contra los requerimientos de Chile Vamos era esperable, y que la definición de Vásquez fue la más inesperada.

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