Atento a la decisión que tome la directiva del PS la tarde de este jueves está José Miguel Insulza. La alta probabilidad de que el partido postergue el comité central en que se debatirá el escenario presidencial -fijado inicialmente para este sábado- no es una buena noticia para el ex ministro: va justo en la dirección contraria de la petición que le hizo de manera pública, el sábado pasado, el canciller Heraldo Muñoz, en el sentido de “acortar los plazos” para zanjar si optará por una postulación presidencial o permanecerá como agente de Chile ante La Haya.

Aunque en la Cancillería la versión es que el ex secretario general de la OEA optará por la segunda alternativa, la presión para que Insulza zanje el tema definitivamente permanece.

Justamente esa presión ha sido un factor importante que ha debido enfrentar el ex ministro en los últimos meses. Y está instalada con fuerza desde agosto pasado, cuando anunció estar “dispuesto a competir con cualquier” por una candidatura presidencial, a través de una entrevista en El Mercurio.

En dicha ocasión, además, el ex ministro planteó que “está claro que tiene que haber un cambio de gabinete (…) Hay un punto en que se tienen que soltar. Si yo me doy cuenta de que la gente no quiere que yo siga ahí, creo que uno tiene que dar un paso al frente y decir 'Presidenta, por favor prescinda de mi servicio'”.

El lanzamiento a la arena presidencial gatilló incomodidad en La Moneda, pues se abría un flanco al ser en paralelo a su rol en La Haya: sólo días después, la comisión de RR.EE. hizo saber de manera formal sus críticas a la Cancillería. Así, tanto para el comité político como para el ministro Muñoz, dicen en el Ejecutivo, esa “doble militancia” de Insulza se transformó en un tema de permanente incomodidad.

Pero, además, los dichos en torno a un cambio de gabinete incrementaron aún más la molestia en Palacio.

Lagos desordena el diseño

En RR.EE. dicen que, tras este episodio, Insulza planteó de manera interna que zanjaría su situación en septiembre. Ese mes debía viajar a La Haya para reunirse con el agente boliviano, Eduardo Rodríguez, y el presidente de la corte, Ronny Abraham, con el objetivo de que la corte fijara el nuevo calendario para la entrega de réplica y dúplica en el juicio marítimo con Bolivia. “Con eso zanjado, Insulza ya habrá cerrado un ciclo”, decían sus amigos.

Sin embargo, el 2 de septiembre, el diseño del ex ministro cambió drásticamente: ese día, Ricardo Lagos Escobar anunció su a través de su blog que no se “restará del desafío” presidencial.

Cercanos a Insulza dicen que el ex ministro había tomado la ofensiva convencido que el ex Mandatario no avanzaría hacia una repostulación. Y que el nuevo cuadro lo llevaba a revaluar su plazo original de septiembre.

Cuatro días después, Insulza llegó a La Moneda para reunirse con la Presidenta Michelle Bachelet. Aunque sobre la mesa estuvieron los plazos a negociar en La Haya, también estuvo la carrera presidencial en Chile.

Según cercanos al ex ministro, Insulza ha señalado en privado que el diálogo con la Mandataria fue “positivo” y “afable”. Tras la cita, el ex ministro dijo a la prensa que su determinación en torno a asumir definitivamente una postulación a La Moneda la tomaría "por lo menos más allá de las elecciones municipales".

En el oficialismo comentan que la posición actual de Insulza es compleja. “Para La Moneda, todos los plazos de Insulza están ya cumplidos. Si el PS dilata su calendario, no hará sino complicar al agenrte”, dicen en círculos diplomáticos. 

En el partido, además, algunos parlamentarios dicen que los respaldos internos al ex secretario de la OEA no son fuertes. Y hoy, el ex ministro aparece con 1% de preferencias en la encuesta Adimark.

 

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