Tres fallas han presentado los aviones presidenciales a lo que va del año 2015. La más reciente ocurrió este jueves en Auckland, Nueva Zelanda, donde la comitiva realizaba una escala técnica tras la gira a Filipinas en el marco de la APEC 2015.

Fue ahí cuando durante la carga de combustible se produjo "un imprevisto en la válvula de corte automático de sobrellenado de uno de sus estanques", según explicó hoy la Fuerza Aérea. 

Es preferible retrasar un viaje y cumplir con los estándares que permitan garantizar seguridad, tal como se hizo en este caso. Los compromisos pueden esperar, la seguridad no
Jaime Pilowsky , presidente Comisión de Defensa de la Cámara

La situación llevó al personal de mantenimiento de la nave a realizar una revisión, tras lo cual se continuó con el vuelo. La situación provocó un retraso de dos horas en el despegue de la comitiva, frustrando la asistencia de la Presidenta a una actividad en El Bosque programada para hoy a las 10:15.

La primera de las fallas registradas este año ocurrió el 2 de julio de 2015, y también en el Boeing 767-300, por un desperfecto en el sistema de alimentación de combustible.

La situación obligó a que la Mandataria, su comitiva y la prensa acreditada tuviera que cambiarse a un avión más pequeño, el 737-500, atrasando el vuelo rumbo a Pisco, Perú. 

Ese mismo mes, el 31 de julio, fue el 737-500 el que sufrió inconvenientes: Una de las turbinas del avión no se encendió, lo que obligó a cambiar la nave, retrasando un vuelo hacia Magallanes. 

La nueva falla en el avión reabre el debate en torno a la seguridad de los aviones presidenciales. Consultado al respecto, el presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, Jaime Pilowsky (DC) sostiene que "el 767-300 es un avión multiuso que cuenta con todas las certificaciones y revisiones correspondientes".

"Siempre se pueden producir eventos de este tipo. Lo importante en esta materia es dar cumplimiento irrestrictos a los protocolos técnicos que permitan garantizar la seguridad de los pasajeros y en esta caso de la Presidenta", agrega.

Las otras fallas que han registrado los aviones presidenciales

El 767-300 fue presentado por la Fuerza Aérea en septiembre de 2008 y tuvo un costo de 48 millones de dólares de la época. En ese entonces, la FACH destacaba la autonomía de 11 mil kilómetros, permitiendo ahorrar un día y medio de viaje en las giras presidenciales a Asia. 

Sin embargo, a menos de un año de su llegada la nave ya presentaba desperfectos. El 1 de abril de 2009, una fuga de aceite obligó a la comitiva a permanecer cerca de 12 horas en las Islas Canarias. Si bien la Presidenta Bachelet no viajaba en ese avión, la situación generó críticas por parte de pasajeros, dentro de los cuales se encontraban parlamentarios y empresarios que la acompañaban a visitar la Federación Rusa.

Otro episodio se registró en marzo de 2012, cuando el mismo 767-300 vivió un complejo aterrizaje en el marco de la gira del entonces Mandatario, Sebastián Piñera, a Asia. 

De acuerdo a La Segunda, la delegación vivió un "susto" durante la última escala, en el aeropuerto de Haneda, Tokio, debido a problemas en el tren de aterrizaje. Luego que otra nave se aproximara para descartar desperfectos, el avión pudo aterrizar. Según el medio, hubo temor entre la delegación.

En marzo de ese mismo año se produjo un desperfecto en el 737-500. El avión se dirigía a Lima, donde Piñera participaría de una cumbre de jefes de Estado. En una escala en Iquique se percataron que la nave presentaba problemas de filtración de combustible, por lo que se debió enviar al 767 desde Santiago para continuar el viaje. 

Es debido a estas fallas que a mediados de 2014, el 767 fue enviado a Estados Unidos para que fuera sometido a una serie de reparaciones. Ahora vuelve a estar en medio de la polémica tras este nuevo imprevisto en Nueva Zelanda.

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