La senadora Fabiola Campillai afirmó que el Presidente Gabriel Boric “hizo el 1% de lo que comprometió a las víctimas del estallido, nos defraudó totalmente”.
En entrevista con La Tercera, Campillai señaló que "aquí hubo un gobierno que prometió, que dijo que iba a luchar, que estaba comprometido supuestamente con nosotros, pero hoy día falta mucho y yo creo que no se ha hecho ni la mitad de lo que se tenía que hacer”.
“El Presidente fue el que mandató avanzar en reparación. Se hicieron encuentros participativos, se hicieron informes que se entregaron al Ejecutivo y que nunca fueron leídos”, añadió.
La parlamentaria recordó que “cuando estábamos empezando este gobierno, pensábamos que íbamos a tener la reparación que necesitamos”.
Al ser consultada sobre si la defraudó el Presidente Boric, la senadora dijo que “en un principio creímos en él. En un principio lo apoyamos y estábamos contentos porque iba a haber justicia, verdad, un proyecto de reparación”.
“Pero hoy sentimos que hay una deuda tremenda en materia de derechos humanos en Chile, y no tan solo desde el estallido, sino que también de dictadura. No se ha hecho nada por las víctimas, ni por las familias de las víctimas de la revuelta”, indicó.
Asimismo, recalcó que “el Presidente hizo el 1% de lo que comprometió a las víctimas del estallido, nos defraudó totalmente. Y hoy ya no podemos esperar nada, porque es un gobierno que ya va de salida”.
Campillai a 6 años del 18-O:
La parlamentaria fue consultada por lo que ha sido su recuperación, ya que a 6 años del estallido social, también se cumplen seis años desde que perdió la vista, el olfato y el gusto tras la acción del excarabinero Patricio Maturana. Al respecto, afirmó que "mi recuperación, gracias a Dios, ha sido bastante buena, bastante rápida. Traté de recuperarme lo más rápido posible, no tan solo por mí, sino también por mis hijos"
"Fui dejando todo debajito de la alfombra. Así que hubo un momento, el año pasado, en que eso explotó y aparecieron los fantasmas. Aparecieron el dolor, la angustia, no tener tus ojos, no poder mirar a tus nietos, no poder saber cómo está tu hijo hoy grande y solamente imaginártelo. Tuve que recibir psicoterapias y gracias a Dios salí adelante. Sin embargo, recibí un nuevo diagnóstico: epilepsia. Todo, a raíz del golpe que recibí en mi cerebro con esa lacrimógena", añadió.
Respecto a la nueva conmemoración del 18-O, afirmó que "es súper fuerte, porque cuando tú piensas que lo peor ya ha pasado, aparecen estas nuevas secuelas, y vuelves atrás, vuelves a tener rabia, a tener angustia. Y eso también lo llevan nuestros compañeros que aún sufren, porque una pensión de gracia no es suficiente y varios aún no la tienen. Hay compañeros que aún son discriminados, que no han podido seguir estudiando, no han podido conseguir un trabajo y que se suicidaron esperando la ayuda tanto del Estado como del gobierno".