"Creo que lealtad no es sinónimo de obsecuencia, servilismo u obediencia ciega e irreflexiva". Así lo afirma el ex ministro de Justicia, Jaime Campos, al abordar la polémica generada por su negativa a firmar el cierre de Punta Peuco en las horas finales del gobierno de Michelle Bachelet. 

A través de una carta en el diario El Mercurio, el ex titular de Justicia quiso responder a "algunas opiniones" en las que se ha hecho referencia "al valor de la lealtad". 

Ante ello, Campos afirma: "estoy convencido de que es leal quien advierte a los que corresponde la inconveniencia o ilegalidad de un acto e impide la materialización de sus perniciosas consecuencias".

"De igual modo, considero desleal al que sugiere la ejecución de acciones, a sabiendas de sus nefastas derivaciones, y se cubre con el manto de la irresponsabilidad que genera el hecho de no suscribirlo, procurando dejar en quienes están llamados a hacerlo la obligación de asumir sus resultados, para luego transformarlo en una suerte de chivo expiatorio. ¡Hasta el sentido común indica que eso no se hace y, si ocurre, al menos debiese provocar reproches de conciencia! Si no fuese así, cualquier invocación ética carecería de sentido. Además, es imprescindible armonizar la lealtad con la verdad, puesto que, de contrario, no se manifiesta la una ni la otra y solo confundimos más a la ciudadanía", agregó.

En medio de la controversia, Campos aseguró que ha tenido "el particular cuidado de no revelar a medio de comunicación alguno lo que han sido y son mis conversaciones privadas, tanto las concernientes a mi actividad pública como la particular, y si ellas han trascendido, fueron filtradas o corresponden a conjeturas, no es de mi responsabilidad que suceda".

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