“No hay acuerdo aún”, decían senadores de Chile Vamos la tarde de este martes en el edificio del Congreso, en Valparaíso, al referirse a las tratativas que se están llevando a cabo para lograr la conformación de la mesa de la corporación -presidente y vicepresidente- y de las respectivas comisiones legislativas. Todo esto, en el marco de acuerdo administrativo entre oficialismo y oposición, en el contexto de un Senado que a partir del 11 de marzo estará "empatado". 

La semana pasada, el aún oficialismo comenzó a entramparse en las negociaciones, pues generó molestia en RN que la UDI planteara la posibilidad de que fuese el Partido Socialista la colectividad que lidere la presidencia del Senado durante el primer periodo, que comienza este viernes 11 de marzo. Mientras, el gremialismo planteó la idea de que su bloque liderara el segundo y el tercer año legislativo.

La principal razón que se dio por esos días es que la colectividad de izquierda estará en mejor pie para enfrentar el fuerte debate de la Convención Constitucional. “De no tener la presidencia el primer año, permitiría que el 2023 y 2024 tengamos el control sobre la agenda legislativa del programa de gobierno”, dijo en La Tercera este lunes el senador UDI Claudio Alvarado, quien ha estado liderando las negociaciones.

El propio senador Manuel José Ossandón -la carta de RN para ocupar la testera- manifestó públicamente su molestia y acusó a la UDI de querer bajarlo por la vía administrativa. Todo esto, porque la carta UDI es el senador Juan Antonio Coloma, partido que resiente el perfil político “díscolo” del exalcalde, pues recuerdan episodios como haberse abstenido de la acusación constitucional contra Sebastián Piñera por el caso Pandora Papers.

Durante esta jornada, en el oficialismo revelaron que las negociaciones están paralizadas, dado que están a la espera de que la centroizquierda y la izquierda logren un acuerdo interno. Si la DC, por ejemplo, se resta de las conversaciones con sus otrora socios de coalición, entonces, dicen en la derecha, se puede configurar un nuevo escenario.

En ese sector, de hecho, en las últimas horas también se han complicado las tratativas. “A la DC la han estado arrinconando, la han estado subvalorando (…) nosotros queremos seguir teniendo una buena relación con los partidos de la izquierda y de la centroizquierda, pero aparentemente aquí hay otros planes (…) si fuese un presidente (del Senado) ajeno a la centroizquierda, Ossandón sería la mejor carta”, dijo este martes el senador electo DC Iván Flores, según consignó radio Bío-Bío.

Así, en Chile Vamos hasta ahora se configuró un delicado escenario: están divididos 50/50 entre Ossandón y Coloma. Es decir: de los 24 senadores del pacto oficialista, 12 están por un RN y otros 12 por el UDI. “El tiempo se acabó, porque el plazo fatal es este jueves”, advertía desde el Congreso este martes el senador UDI Iván Moreira.

Mientras, el presidente de RN, senador Francisco Chahuán, enfatizó en que “nuestro partido aspira a que la presidencia del Senado del primer año le corresponda a Chile Vamos y, en particular a RN, que tiene la bancada más grande, y hemos apoyado al senador Ossandón en ese planteamiento”.

En RN, en ese sentido, en privado, expresan preocupación ante un eventual escenario en que la derecha llegue dividida el viernes a la votación crucial de la sala del Senado para definir el acuerdo administrativo.

No obstante, en la UDI existe seguridad de que llegarán unidos. “No vamos a resolver si es Ossandón o Coloma en la Sala. Vamos a llegar antes con una definición. Eso acordamos lo que estamos negociando. Somos 12 y 12 y por eso justamente tenemos que buscar la mejor manera de definir el periodo, de común acuerdo y el nombre para ese periodo de común acuerdo. Nosotros no vamos a llegar el viernes con dos candidatos. Categóricamente lo digo: no va a ser así”, dice a T13.CL el senador Alvarado.

Para la derecha es crucial el Senado durante el periodo que se avecina, pues en elecciones anteriores -presidencia de la República, diputados, convencionales y municipales- vivieron una debacle, por lo que el llamado empate en la Cámara Alta les da una oportunidad para influir en el debate nacional.

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