En Santiago está por estos días el actual embajador de Chile en Irlanda, Manuel Hinojosa. Y es que según comentaron a T13.cl, el diplomático de carrera ya está preparándose para asumir una nueva destinación: será el nuevo cónsul general en La Paz.

La designación se producirá en reemplazo de Milenko Skoknic, quien regresará a Santiago para hacerse cargo de la Dirección General de Política Exterior, hasta ahora liderada por Alfredo Labbé.

Como diplomático de carrera, Hinojosa —con estudios de geografía en la Universidad Católica de Valparaíso y de derecho en Madrid— tiene una extensa trayectoria en la Cancillería. En sus cerca de 40 años en el Servicio Exterior, ha sido embajador en República Dominicana, Rumania y Bulgaria. También cónsul general en Miami, en Mendoza, Ushuaia y Caracas. También ha cumplido funciones diplomáticas en las misiones en Washington, Bélgica, ante la OEA y Jordania.

Pero el cargo que más destacan en círculos diplomáticos es la dirección de América del Sur, donde estuvo a cargo de los escritorios de Perú y Bolivia.

La Paz es una de las misiones más delicadas para la Cancillería chilena. La demanda marítima boliviana en La Haya, la amenaza de un nuevo libelo ante una instancia internacional -esta vez por las aguas del Silala- y la frecuente virulencia con que el Presidente Evo Morales se refiere a Chile y sus autoridades hacen que la tarea del cónsul chileno en ese país sea una de las más complejas.

Quien experimentó directamente este cuadro fue el saliente cónsul Skoknic. En agosto del año pasado, en una entrevista con un diario boliviano, Evo Morales señaló que “Chile, por la cuestión del mar, siempre buscó la inestabilidad política. Sospechosamente estos días, esta semana que se va, el cónsul de Chile estaba viajando a todos los departamentos, no sé si hay que declarar persona non grata a ese cónsul, buscando a autoridades y dirigentes. No sé si son sus atribuciones, vamos a analizar profundamente esta andanza del cónsul chileno, (que) actúa así como el embajador de Estados Unidos, cuando se reunía con gobernadores opositores, llevando platita para justicia, eso hacía el embajador de Estados Unidos”.

El mandatario paceño hacía alusión a Philip Goldberg, representante diplomático norteamericano al que Morales declaró como persona non grata y dio 72 horas para salir de Bolivia.

“Skoknic tuvo que enfrentar de todo en La Paz, desde críticas del gobierno hasta incluso seguimientos de partidarios del oficialismo”, dice un diplomático chileno. El fuerte desgaste en su trabajo en La Paz -y no una mala evaluación de su labor, dicen en RR.EE.- fue una de las razones del cambio de cónsul. 

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