Toda carrera presidencial tiene un candidato sorpresivo, un representante de los extramuros de la política, un crítico a ultranza del sistema que busca el quiebre total del status quo. Eduardo Artés cumple ese rol en esta ocasión.

Aunque su postulación comenzó a cuajarse el año pasado, eran pocos los que creían que llegaría a puerto a la hora de inscribirse. Sin embargo, el líder del partido Unión Patriótica de Chile reunió las 35.449 firmas necesarias y el 22 de julio se presentó en las oficinas del Servel para materializar su proyecto.

Artés, nacido hace 65 años en El Tambo, cerca de San Vicente de Tagua Tagua, está a la izquierda del PC y asegura que la suya es la única candidatura de esa tendencia en las circunstancias actuales.

Fue así desde los inicios, cuando en los 60 se inscribió en el minoritario Partido Comunista Revolucionario, más afín con las políticas del chino Mao Zedong que las del ruso Nikita Jruschov, al que adscribía el oficialismo de la hoz y el martillo.

Este cerrajero y profesor, casado con María Angélica Ibáñez y padre de María Teresa y Patricia, fue opositor al gobierno de Salvador Allende, aunque hoy se arrepiente. Participó de movimientos que intentaron la lucha contra la dictadura y apoyó al "NO", aunque sin la convicción de que eso significaba el cambio que buscaba.

Artés cree en la refundación del sistema y del país, lo que se transforma en el eje de su postulación. Quiere cambiar la Constitución, acabar con las AFP, modificar el sistema de salud y generar una economía en la que los capitales extranjeros no tengan un rol preponderante.

No descarta el uso de la fuerza, la vía de la revolución. “El paso de una sociedad a otra no es algo sencillo y que sea en forma pacífica. La revolución francesa no fue algo hecho en forma pacífica”, manifestó en radio Duna.

Entre sus posturas, la que más ha llamado la atención durante la campaña es su defensa al régimen de Corea del Norte, país que ha visitado invitado por el Partido del Trabajo de Corea. “En Chile estamos luchando por cosas que allá ya tienen”, dijo en una entrevista con El Semanal, de T13.cl.

“En Chile hay más violaciones de derechos humanos que en Corea del Norte”, lanzó en otra.

En 2013, en un escenario de varias postulaciones a La Moneda, hubo cinco candidatos que no superaron los 200 mil votos; la de Tomás Jocelyn Holt –inclusive- apenas consiguió 12 mil votos. Eduardo Antonio Artés Brichetti quiere algo más que eso. Su proyecto no apunta directamente a La Moneda, sino que busca presentar una alternativa a los indignados de la izquierda para que siga creciendo después del 19 de noviembre.

En su declaración de patrimonio no declaró patrimonio. El avalúo fiscal de su único bien inmueble, ubicado en Maipú, es de $ 0.

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