El 3 de septiembre de 2019, el Partido Comunista posteó en una de sus cuentas oficiales en redes sociales lo siguiente: “Un día como hoy en 1980, en Moscú, el Secretario General PC Luis Corvalán proclama la Política de Rebelión Popular de Masas para enfrentar la dictadura cívico militar del tirano Augusto Pinochet. Las masas irrumpirán de una u otra manera hasta echa abajo el fascismo”.

En la política de Rebelión Popular de Masas, el Partido Comunista y el FPMR adoptaron todas las formas de lucha contra la dictadura, incluyendo la vía armada. Entonces, Guillermo Teillier asumió como jefe militar del partido, y nexo con los frentistas, autorizando el fallido asesinato de Pinochet, entre otras cosas.

Este viernes, a 3 días de conmemorarse los 50 años del Golpe, el PC no solo salió a reivindicar la política de Rebelión de Masas, sino que indicó que fue “este camino del pueblo de Chile, y no otro, el que abrió paso a la transición”. En el escrito no se alude directamente al plebiscito, pero queda implícito en su frase. Se trata de una interpretación histórica que contrasta con la que por años ha sostenido la centroizquierda respecto a que el plebiscito del 5 de octubre de 1988, a través de un lápiz y un papel, fue el que sacó a Pinochet del poder a partir de su derrota en las urnas.

El Manifiesto también marca posiciones respecto a Allende, la UP, la transición y Boric y coloca las transformaciones programáticas como un continuo, desde 1920 a 1973 hasta hoy. La Unidad Popular, dicen, “es un proyecto inconcluso”.

A continuación algunos párrafos de la declaración, publicada en El Siglo.

La vía chilena al socialismo y el “proyecto inconcluso”. “El proyecto popular chileno fue un camino inédito en la historia del mundo que hoy recorren, sin copia, ni calco, muchos pueblos en nuestro continente en América, en África y en Asia por la emancipación y justicia social, por la soberanía nacional y la democracia. Una senda que, tempranamente, décadas antes de conquistar el gobierno de la Unidad Popular, las fuerzas de izquierda nacionales  definieron como “La vía chilena al socialismo, con empanadas y vino tinto”. Se trata de un proyecto inconcluso, que sólo pudieron detener en la historia de Chile, temporalmente con un golpe de Estado”.

El proyecto comenzaba a influir en las FFAA. “Este proceso emancipador, plenamente democrático, también comenzaba a influir al interior de las Fuerzas Armadas que durante su historia fueron capturadas por la oligarquía y sometidas, en muchos aspectos, por los poderes militares del imperialismo norteamericano”.

Apoyo de la UP a “lucha por la soberanía” de Cuba. “Se generó una política de integración regional intensa que se expresó en el Pacto Andino para abrir mercados multilaterales y se generó una política de solidaridad con los pueblos en lucha por sus soberanías, especialmente Vietnam, Cuba, naciones africanas, del Oriente Medio y el sudeste asiático, fortaleciendo los principios de autodeterminación y soberanía. Chile vivía una profunda revolución en las artes y en la cultura, con el protagonismo de millones”.

El fallido plebiscito de Allende. “Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973 iba a anunciar la convocatoria a un plebiscito desde la Universidad Técnica del Estado. Su objetivo era así enfrentar la crisis y proponer al pueblo que se pronunciara ante una nueva propuesta de Constitución Política, que garantizara constitucionalmente los derechos sociales; económicos; políticos y culturales en un nuevo estado de derecho”.

Los procesos de transformaciones deben ser defendidos. “En el pasado y en el presente, la historia muestra que todo proceso de transformaciones estructurales y profundas, invariablemente, requiere ser defendido con la conciencia y el protagonismo popular en forma organizada y protagónica; con las alianzas más amplias que expresen la Unidad del Pueblo y la correlación de fuerzas necesaria para derrotar a la oligarquía y al imperialismo norteamericano, principales obstáculos, hoy y en el futuro para lograr ese objetivo histórico. En ese contexto, la defensa democrática de un proyecto nacional y popular, en todos sus aspectos, es una necesidad”.

La Rebelión Popular de Masas fue el camino que abrió paso a la transición. “El Partido Comunista impulsó esa unidad política y social, desde la clandestinidad, desde la persecución a que era sometido día a día, y ante el terrorismo de Estado imperante, decidió empujar la Rebelión Popular de Masas y todas las formas de lucha que el pueblo adoptara y estuviera dispuesto a empuja para derrotar la barbarie y abrir paso a un camino de transición democrática. Fue este camino del pueblo de Chile y no otro el que abrió paso a la transición y a las transformaciones, tal como había ocurrido en otros momentos de la historia del país”.

Crítica a la transición de los 90. “A comienzos de los noventa de este siglo, se intentó imponer como el “fin de la historia”; el camino único; el pacto transicional que excluyó a las grandes mayorías y ha dejado fuertes grietas sociales y económicas que padecen millones de familias de Chile hasta hoy”.

Impedir que se haga fracasar a Boric. “Con el protagonismo de las mayorías nacionales, impedir que las fuerzas reaccionarias bloqueen y hagan fracasar el Gobierno del Presidente Gabriel Boric, porque su objetivo es la restauración conservadora y tratar de imponer un ciclo tremendamente regresivo hacia el futuro. Hoy lo vemos en acciones negacionistas, fascistas, provocadoras y violentas, en llamados a las Fuerzas Armadas, en acciones y declaraciones que tienen la inmoralidad de desconocer y negar la existencia de hechos tan repulsivos e inhumanos como fueron la tortura, la violación y el asesinato de mujeres”.

La otra tarea: Desafiar “la hegemonía del imperialismo norteamericano”. “Insertar a Chile plenamente en el proceso dinámico que hoy camina hacia el multilateralismo con fuerza, desafiando la hegemonía del imperialismo norteamericano y sus socios de la OTAN para avanzar con decisión hacia la integración de los pueblos de nuestro continente, hacia la Patria Grande.

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