Por Tomás Martínez

El lunes recién pasado la Democracia Cristiana resolvió convocar a una junta nacional, su máxima instancia partidaria, para el próximo 2 de septiembre. El objetivo del encuentro es resolver temas internos de estatutos -adecuaciones a la nueva ley de partidos- y analizar la estrategia ante las elecciones municipales.

La cita no será, en todo caso, la única reunión de este tipo durante el año: en la colectividad ya existe consenso en torno a convocar a una nueva junta para noviembre o diciembre, donde -con los resultados municipales en mano- se definirá de manera explícita el cronograma presidencial de la colectividad.

Con todo, el debate presidencial ya está instalado con fuerza al interior del partido, donde -según varias fuentes consultadas- hay tres alternativas sobre la mesa: competir en una primaria de la Nueva Mayoría, llegar con un candidato propio a la primera vuelta de noviembre de 2017, o -según señalan algunos militantes- respaldar una eventual postulación de Ricardo Lagos Escobar.

La discusión presidencial, sin embargo, tiene para algunos un trasfondo mayor.

 "Previo a todo eso hay que decidir si la Nueva Mayoría tal como existe, tal como la conocemos, está en condiciones o no de proyectarse a un nuevo gobierno. Esa premisa fundamental va a ser objeto de muchas conversaciones entre noviembre y enero", dijo a T13.cl el senador DC Ignacio Walker, uno de los personeros más críticas sobre el futuro del actual bloque.

El ex timonel falangista agregó que "recordemos que la Nueva Mayoría es un acuerdo político y programático para apoyar al gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, así la definimos. Al margen de eso, la DC ya tiene una decisión: llevar candidatura presidencial. Eso fue decidido unánimemente en la última junta nacional. El cómo, cuándo, qué procedimiento, si primaria o primera vuelta, eso habrá que discutirlo y decidirlo de noviembre a enero”.

En ese contexto, el senador afirmó que “todo está abierto, porque no está nada decidido, pero yo creo que el tema de una primaria…es que la Nueva Mayoría es una hipótesis, no hay ninguna decisión en la DC acerca de prorrogar o proyectar la Nueva Mayoría más allá de este gobierno, esa decisión no existe”.

Walker ha sido crítico de la proyección política del bloque desde un comienzo, insistiendo en que la Nueva Mayoría sólo responde a un acuerdo político programático que nació con el fin de apoyar a Bachelet. Además, ha cuestionado proyectos emblemáticos del Gobierno, como aspectos de la reforma educacional. Como partido, además, la DC ha enfrentado tensiones con el ala izquierda oficialista, sobre en temas como la despenalización del aborto.

El caso de Walker no es aislado al interior de la Democracia Cristiana. La ex ministra Mariana Aylwin ha planteado en varias ocasiones sus dudas sobre el futuro del conglomerado. En febrero de este año, en Tele13 Radio, planteó que su partido debe tomar la definición de “si se va a mantener o no en la Nueva Mayoría”.

En todo caso, la discusión no es compartida por toda la colectividad. La presidenta del partido, senadora Carolina Goic, dijo el pasado 14 de junio que "hoy día no es momento de terminar la Nueva Mayoría, lo que creo es que es momento de reafirmamos en por qué estamos juntos y por qué necesitamos construir mayoría".

Lagos o primera vuelta

Con la discusión sobre el futuro de la Nueva Mayoría de fondo, el partido también debe tomar una decisión en el plano presidencial.

Los tiempos se han ajustado, sobre todo luego de que el ex Presidente Ricardo Lagos Escobar reconociera hace una semana que está "pensando" la posibilidad de ser candidato el 2017. Sus dichos cambiaron los tiempos presidenciales y el PPD le ha pedido definir su opción después de las municipales, pero antes de enero del próximo año.

Hoy la situación es compleja para la Democracia Cristiana en la carrera presidencial. Ninguna figura del partido aparece lo suficientemente posicionada como para competir. En el último ranking T13-Cadem, conocido este domingo, el mejor ubicado fue el ex ministro Burgos, quien apareció en octavo lugar, con 40% de aprobación, mientras que Mariana Aylwin se instaló en el décimo lugar con un 39% de apoyo. Lagos e Isabel Allende, otros posibles aspirante a La Moneda, aparecieron con un 39% de aprobación.

En la colectividad algunos mencionan también a la timonel Carolina Goic con proyecciones presidenciales.

Como sea, para competir en primera vuelta, dicen dirigentes como el diputado Fuad Chahín, deben asegurarse de tener un abanderado que garantice conseguir, al menos un 16% en noviembre de 2017. “Sería una votación que puede ser interesante para una lista parlamentaria, pero si va a sacar menos del 15%, claramente es mejor no tener candidato”, sostuvo el parlamentario.

Algunos personeros influyentes DC señalan que las alternativas en la DC más comentadas son un candidato propio en una primera vuelta o apoyar al ex Presidente. Y que la idea de competir en una primaria de la Nueva Mayoría tendría menos respaldo. En todo caso, el tema está abierto y no se ha abordado ninguna determinación formal.

En una primaria, electoralmente son mucho más favorables las condiciones, porque hay distintas alternativas en la izquierda que favorecen la dispersión de esos votos y la DC puede proyectar con mayor fuerza a uno de los suyos”, dijo el diputado Gabriel Silber, quien agregó que “hoy día están todas las opciones, pero no lo veo viable (la primera vuelta)”. 

En todo caso, el mismo Silber señaló que “Lagos es un nombre que da muchas garantías a la DC, en mejores condiciones del trato que tuvo Bachelet hacia nuestro partido, y obviamente miramos con buenos ojos su proyección presidencial”.

A su turno, Ignacio Walker sostuvo que en la DC hay quienes “reconocemos que la candidatura y el liderazgo de Ricardo Lagos en los momentos que vivimos, desde el punto de vista de afirmar un principio de autoridad, es una candidatura atractiva”.

En el partido comentan que el ex ministro del Interior, Jorge Burgos, ve con buenos ojos una eventual postulación del ex mandatario, y el mismo Lagos ha tenido conversaciones con dirigentes de la DC.

“Es bien complejo hoy día enfrentar una primaria. Es difícil ganar una primaria y cuando pierdes una primaria después no hay ninguna posibilidad de influir, ni en el programa ni en nada, eso debilita”, afirmó el diputado Fuad Chahín, quien añadió que “fue mala la experiencia de la primaria con Bachelet y la DC quedaría en una posición bastante disminuida respecto de su capacidad de influir”.

En junio de 2013, el partido llevó a Claudio Orrego a la primaria en la que compitió Bachelet, Andrés Velasco y José Antonio Gómez. El hoy intendente obtuvo el tercer lugar con 8,86%. La mala performance del abanderado democratacristiano, dicen en la colectividad, dejó en una mala posición a la DC para negociar el programa de gobierno de la entonces candidata Bachelet.

Publicidad